BÁSQUET

EFE

1 de setiembre de 2006 fue la fecha en que Estados Unidos perdió su último partido. Fue ante Grecia (101-95) durante el Mundial de Japón 2006. Desde ese día hasta la fecha de hoy, pasaron 13 años y 78 partidos en que los americanos no perdieron ningún partido.

En el enfrenamiento número 66 entre ambos seleccionados, Australia se encargó de cortar esa racha, 98-94.

El veterano base Patty Mills anotó 30 puntos, con cuatro triples, y el pívot Andrew Bogut aportó otros 16 tantos que permitieron a la selección de Australia vencer por 98-94 a la de Estados Unidos en el segundo partido amistoso que ambas equipos disputaron en el Marvel Stadium.

Después de haber perdido el primero por 86-102, Australia aprendió la lección y con una gran defensa y tiros desde fuera el perímetro hizo la diferencia a su favor, gracias, también a las brillantes actuaciones individuales de Mills, quien juega bajo la dirección del seleccionador de Estados Unidos, Gregg Popovich, cuando ambos están con los Spurs de San Antonio, en la NBA.

El veterano base fue la clave que hizo la diferencia en la segunda parte cuando anotó 21 de los 30 puntos que logró al concluir el partido y nunca pudo ser frenado por la defensa rival, que tampoco tuvo la misma consistencia que el partido anterior cuando lo ganaron por 16 tantos de ventaja (86-102).

Mientras que Bogut, que anotó 7 de 8 tiros de campo, se encargó de ser el dueño del juego interior al superar a todos los hombres altos de Estados Unidos, y se quedó a las puertas de un doble-doble tras aportar nueve rebotes, incluidos siete defensivos, y repartió cuatro asistencias.

El pívot Aron Baynes aportó 13 puntos y cuatro rebotes, mientras que el alero Joe Ingles, de los Jazz de Utah, hizo 15 y siete asistencias.

Estados Unidos tuvo de nuevo a Kemba Walker con su máximo encestador, con 22 puntos. El base, sin embargo, no acertó con los tiros decisivos, como los dos últimos intentos de triple a falta de 46 segundos del final.

Junto a Walker, el alero Harrison Barnes, de los Kings de Sacramento, llegó a los 20 puntos.

Aunque Estados Unidos comenzó el partido en el Marvel Stadium, que registró otra asistencia superior a los 50.000 espectadores, al frente del marcador, a diferencia del primero nunca pudo despegarse y apenas acabó la primera parte un punto arriba (48-49).

Pero en el tercero, Estados Unidos respondió con su mejor juego de conjunto, buena defensa y rapidez en el ataque, que le permitieron ponerse con la mayor ventaja del partido, 10 tantos (58-68), que parecía que iba a ser la decisiva.

No lo fue, porque surgió la figura de Mills, que quiso dejar a Popovich con la primera derrota desde que se hizo cargo del equipo de Estados Unidos.