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El monumental triple con el que Lillard eliminó a Oklahoma City

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Damian Lillard
Jaime Valdez

NBA

El jugador estrella de los Portland Trail Blaizers tomó el balón con el partido empatado, lo durmió y cuando quedaban dos segundos sacó un disparo desde muy lejos para ganar, liquidar la llave y avanzar a semifinales del Oeste.

Nadie en Portland olvidará la noche del 23 de abril de 2019. Todos los que estuvieron en el Moda Center (el viejo Rose Garden) contarán por años haber sido testigos de uno de los triples más recordados de la historia de la NBA. Habrá muchos también que lo vieron por televisión y jurarán haber estado entonces. Lo cierto es que cualquiera que lo haya visto en el momento, tuvo la misma reacción de incredulidad y admiración.

Portland Trail Blazers recibían a Oklahoma City Thunder. La serie estaba a favor del equipo de Oregon 3-1 y tenían la posibilidad de cerrarla para avanzar a semifinales de la Conferencia Oeste. El panorama no venía bien.

Faltando cinco minutos Oklahoma City ganaba por 10 puntos, pero la actuación que estaba teniendo Damian Lillard hacía ilusionar a los aficionados locales en concretar la remontada.

Faltando 57 segundos McCollum concretó el regreso y empató el partido a 113, pero todavía quedaba mucho por jugar. Paul George puso el 115-113 para la visita y Portland pidió tiempo. Lillard tomó el balón, se metió hasta abajo y con mano invertida desde abajo del aro hizo un golazo para devolver el empate. Quedaban 32 segundos y por lo menos un ataque a cada uno.

Fue Oklahoma City a buscar su gol, pero Westbrook falló el tiro. A falta de 17'' Portland tomó el rebote y empezó a gestarse la jugada histórica. Aminu se la entregó a Lillard y éste avanzó muy despacio. Pasó la mitad de la cancha y durmió la pelota ante la marca de George. El reloj corría y Lillard no avanzaba. Hasta su propio marcador se desesperaba por adivinar cuándo atacaría el aro. Sin emabrgo, faltando 1.7 segundos, Lillard tomó la decisión que nadie esperaba: sacar el triple.

Era la gloria por el triunfo o las críticas por haber tomado una mala decisión por haber quemado el reloj sin haber ido al menos a buscar la falta.

Dio un paso hacia la derecha como para darse espacio y ángulo, George se estiró cuanto pudo, pero le fue imposible taparle el tiro porque jamás se lo esperó. La televisión luego informó que el lanzamiento fue de 37 pies de distancia al aro, algo así como 11,28 metros. Al estilo de los que suele lanzar (y encestar) Stephen Curry en Golden State.

El de Lillard también entró y fue glorioso, porque no solo le dio el triunfo 118-115 a Portland, sino que significó cerrar la serie, eliminar a Oklahoma City Thunder, avanzar a semifinales de la Conferencia Oeste y además el punto 50 de la estrella de los Trail Blazers. Sí, porque Lillard no solo anotó esos tres puntos, sino que llegó a la media centena en un partido, su mejor registro en playoffs de la NBA. ¿Nace un MVP?

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