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Kevin Love y un relato estremecedor sobre su ataque de pánico

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Kevin Love. Foto: Cleveland

NBA

Una de las estrellas de Cleveland Cavaliers y de la NBA, Kevin Love, confesó que sufrió un ataque de pánico durante un juego esta temporada y que eso lo empujó a tomar la determinación de abordar su salud mental.

Love fue llevado al hospital durante la derrota ante Atlanta Hawks , ya que explicó que sentía dolor de estómago y tenía dificultad para respirar. "Era el 5 de noviembre, dos meses y tres días después de haber cumplido 29 años. Estábamos en el entretiempo con los Hawks, en nuestro décimo partido de la temporada. Una tormenta perfecta estaba por llegar: estaba estresado por problemas familiares, no estaba durmiendo bien y en la cancha, las expectativas de la campaña, luego de empezar con récord de 4-5, me estaba pesando".

Y continuó: "Sabía que algo estaba mal desde el comienzo el partido. Me cansé en las primeras posesiones. Eso fue raro. Después del entretiempo,llegó todo. Luego se pidió un time-out en el tercer cuarto y cuando llegué al banco, sentí que mi corazón latía mucho más rápido de lo normal. Después tuve problemas para respirar. Es difícil de describir, pero todo estaba girando, como si mi cerebro quisiera salir de mi cabeza. El aire se sentía pesado y espeso. Mi boca era como una tiza. Recuerdo que un asistente me gritó algo sobre un tema defensivo y yo asentí, pero casi no lo escuché. En ese punto, ya me estaba asustando. Cuando me paré para volver, me di cuenta que físicamente no podía regresar a la cancha. Luego se me acercó y se dio cuenta de que algo estaba mal. Le dije que ya volvía y me fui corriendo al vestuario".

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El relato de Love, que está escrito como una carta en The Player Tribune, describe en detalle las malas sensaciones del jugador: "En el vestuario empecé a correr de habitación en habitación, como si estuviese buscando algo que no podía encontrar. Realmente sólo quería que mi corazón bajase la velocidad. Era como si mi cuerpo me estuviese avisando que me estaba por morir. Terminé en el piso del gimnasio, acostado sobre mi espalda, tratando de conseguir algo de aire para respirar. El resto es todo borroso".

El jugador de Cavaliers contó también que en Cleveland lo ayudaron a conseguir un terapeuta: "Fui a la primera sesión con escepticismo, pero me sorprendió. Para empezar, el foco no estaba en el básquet. Él entendía que la NBA no era la razón por la que estaba ahí. Y hablando, me di cuenta de cuántos problemas vienen de lugares que no te imaginás hasta que te topás con ellos. Es fácil asumir que nos conocemos, pero una vez que sacás las capas, es increíble ver todo lo que hay por descubrir".

Una extensa confesión en la que algunos fragmentos permiten reflexionar sobre el caso: "El ataque de pánico vino de la nada. Nunca había tenido uno. No sabía si eran reales. Pero fue real. Tan real como una mano rota o un esguince de tobillo. Desde ese día, casi todo lo que pienso sobre mi salud mental ha cambiado".

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