En 1996 Charlotte Hornets eligió a Kobe en el draft, pero nunca llegó a jugar, porque LA Lakers traspasó al experimentado pívot Vlade Divac a ese equipo para quedarse con la joven promesa. Bryant tenía planeado utilizar el número 33 en homenaje a su padre, pero como ese número estaba retirado en el equipo angelino porque lo había utilizad Kareem Abdul Jabbar, tuvo que cambiar.

Entonces recordó que durante un campus había utilizado la camiseta 143. Como la NBA no permite utilizar tres cifras, sumó los tres dígitos y como resultado le dio 8. Desde entonces y hasta 2006, Bryant usó ese dorsal, con el que disputó 707 partidos y ganó tres campeonatos de la NBA.

Luego de tres títulos en 10 años, era clara la convicción de la liga estadounidense de que Kobe sería el sucesor de Michael Jordan. Al menos así lo presentaba, porque necesitaba crear una figura rutilante que mantuviera el interés en la NBA. Ese momento coincidió además con el período de madurez de Bryant, según el propio jugador contó en una entrevista.

Por esa razón decidió elevar su numeración y, como lo ponían como el sucesor de Jordan que usaba la 23, él eligió la 24. Al menos eso es lo que se especula. En este caso no quedó muy clara la razón, aunque mal no le fue: jugó 639 partidos y ganó dos títulos más, para completar una mano con anillos.