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Fenómeno: La liga de básquet que le gana al fútbol

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Participan siete equipos de Mercedes, dos de Fray Bentos y dos de Dolores. Foto: Daniel Rojas
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HISTORIAS

Mercedes es centro de un torneo regional profesional en auge, que atrae y promueve jugadores

Mercedes es el centro de un fenómeno basquetbolístico que apasiona a la zona sur del Litoral: una liga profesional que habitualmente lleva más público que el fútbol, atrae jugadores de todo el país y convoca al deporte a muchos niños y adolescentes.

La Liga Regional de Soriano reúne a siete equipos de Mercedes (Remeros, Racing, Pacaembú, Praga, Sandú, Esparta e Independiente), dos de Fray Bentos (Anastasia y Nacional) y dos de Dolores (Bella Vista y Peñarol). Lleva más gente que el fútbol, salvo cuando éste disputa sus finales, pues se venden entre 1.000 y 1.500 entradas por fecha, y se juega prácticamente toda la semana, entre octubre y marzo.

Solo Peñarol de Dolores no cuenta todavía con la categoría de mayores “porque es parte de un proceso de formación de planteles que lleva sus años”, explican sus dirigentes. Más de 750 niños y adolescentes practican el baloncesto, generándose una cantera inagotable de deportistas que saltan directamente a selecciones nacionales y se integran a clubes de Montevideo.

“De un tiempo a esta parte es notorio el crecimiento de nuestra liga, que ya lleva 12 años. Los accesos a la página web oficial, el seguimiento de estadísticas y la concurrencia de público a las canchas se han visto incrementados. Uno de los factores es la regionalización, porque integra desde hace años a dos instituciones de la ciudad de Fray Bentos, Anastasia y Nacional, que trabajan muy bien, que están arraigadas y que prácticamente abarcan a la totalidad de la gente que está vinculada a este deporte” explica a Ovación Osvaldo García, presidente de la Liga Regional con asiento en Mercedes.

Lo de Fray Bentos es digno de un análisis por expertos. Con solo dos instituciones que practican básquet ha logrado colocar en procesos de selecciones nacionales a jugadores como Emiliano Serrés, Sebastián Vázquez, Hernando Cáceres, Miguel Barriola, Martin Aguilera y Juan Manuel Garbarino. Con menos edad también se han vestido de celeste Bruno Curadossi, Franco Villalba, Valentín López, Gianina Tiscornia y Valeria Barret.

En Mercedes, los ejemplos de deportistas que están ahora jugando en Montevideo también se multiplican, en parte porque son siete equipos. Joaquín Rodríguez y Emiliano González, de Remeros, hoy ya están en la capital del país. Antes surgieron Gustavo “Panchi” Barrera, Demian Álvarez y Marcos Marotta, por nombrar solo algunos.

“Tenemos un éxodo natural de deportistas que a los 18 o 19 años se integran a los mejores equipos de Montevideo, aunque a veces el éxodo comienza antes, como le está pasando al fútbol”, dice García.

“También tenemos dos instituciones de Dolores, y este fenómeno de la regionalización más la apuesta de los dirigentes por las fichas que se traen y la calidad de entrenadores que se busca, ha generado un buen nivel en el espectáculo” sostiene el presidente de la Liga. El dirigente no olvida que más allá de la categoría mayores, “también se visualiza una capitalización de las categorías más bajas, generando entrenadores capacitados que forman mejores deportistas y como consecuencia de un proceso se ha profesionalizado este deporte en la zona”.

“Los padres eligen hoy día donde van a ir sus niños y por suerte la sociedad está entendiendo que el deporte es una enseñanza no curricular, como el aula, pero donde se enseña todo lo que tiene que ver con lo colectivo y la interacción social, con todo lo que ello implica” indica García.

La liga se caracteriza por contar con planteles heterogéneos, que mezclan una base de jóvenes formados en los clubes con jugadores de experiencia que llegan a reforzar a los equipos. Gastón Páez, Maximiliano Cervi, Nicolás Ibarra, Juan Modernell, Héctor Silva y Omar Galeano son algunos de los tantos “veteranos” que van al Litoral a aportar su experiencia.

Público.

La incidencia social del baloncesto es enorme. “Alrededor de mil y mil quinientas entradas por fecha es un número superior al fútbol si exceptuamos las finales de ese deporte, pero además no nos quedamos solamente con el público que pasa por boletería. Hoy tenemos estadísticas en tiempo real que nos dicen que finalizada la primera rueda tenemos 95.000 seguidores en 45 partidos víaI. Para nosotros constituye todo un desafío desarrollar este tipo de herramientas porque nos abre otros horizontes más allá del público que asiste efectivamente a las gradas”, afirma García a Ovación.

Al igual que en el profesionalismo montevideano, la liga regional comercializa, año tras año, los derechos de transmisión para radio y televisión. “Los medios juegan un papel fundamental, porque nosotros somos los generadores del producto y ellos el vehículo para llegar a un público masivo. Eso ha generado que las instituciones asuman un rol adicional de tener escenarios a la altura del espectáculo con buena presentación y una adecuada iluminación. Nadie escapa que hoy se compite en una grilla riquísima en materia deportiva y el zapping es un elemento que en la televisión juega muchísimo. Por eso tenemos que estar a la altura de que el empresario que viene a comprar nuestros derechos tenga en la pantalla un producto competitivo”, explica el dirigente mercedario.

Con ese sentido también fue pensado el desarrollo del campeonato. Comienza en octubre y se extiende durante cinco meses y medio. Se divide en dos ruedas, donde juegan todos contra todos en un total de noventa partidos. Se clasifican los seis mejores, que juegan una sola rueda de donde surgen los semifinalistas que van a los playoffs. “Esto nos lleva hasta fines de marzo, con un calendario que ofrece partidos prácticamente todos los días” indica García.

Horacio Cabrera, presidente de Remeros, que ganó las tres últimas ediciones de la Liga, también explica el suceso del torneo: “El básquetbol en la zona es muy fuerte porque se compite en todas las categorías y mueve a muchos jóvenes con sus respectivas familias. El haberlo hecho regional hizo que el fenómeno fuera aún más grande. Es una liga competitiva que se suma a las transmisiones de la televisión (CV10), factores que contribuyen al éxito”.

“El permanente crecimiento y destaque de sus jóvenes que trascienden fronteras, es motivo de orgullo para toda la masa social”, dice en tanto Martín Botto, presidente de Anastasia, el club con mayor número de participaciones en la Liga. “Nuestro principal desvelo es la educación en valores, a través de la práctica del deporte, a más de 100 niños de todas las edades; que conforman los planteles de nuestras categorías formativas”, agrega el dirigente Marcelo Arbolito.

Este año, con opiniones divididas, los clubes limitaron la llegada de extranjeros (sobre todo americanos), que representaban un esfuerzo económico extra a los clubes pero terminaban elevando el campeonato como espectáculo en sí mismo.

“Este año las dos fichas externas son nacionales. Nosotros bregamos por los extranjeros porque ya no se discute que levantan el nivel de juego”, considera el dirigente, que confía la medida sea revisada para el próximo año.

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