MI OPINIÓN

Hace ya algunos meses, tuve la oportunidad de ver en un noticiero de nuestra televisión, a las autoridades de ANCAP refiriéndose a un proyecto para implementar la energía del hidrógeno en la movilidad, destacando que este combustible podría superar a las baterías eléctricas. En mi opinión, no es más limpio, ni tan práctico. Sí es verdad que un vehículo impulsado a hidrógeno no emite sustancias contaminantes por el escape, pero de momento, el 98% del hidrógeno mundial es producido por combustibles fósiles, o sea petróleo. Existe una alternativa amigable con el medio ambiente denominada “hidrógeno verde”, que se obtiene a través de la electrólisis del agua. Pero este proceso exige una demanda importante de energía eléctrica, y sólo tiene sentido cuando se utiliza el exceso de la producción eléctrica de un país. El hidrógeno se proyecta como opción en el transporte limpio, pero no precisamente ahora.

Este combustible, probablemente sea incorporado al transporte de cargas, la navegación, los automóviles que recorren largas distancias, y hasta quizás los aviones.

Por el momento, las actuales tecnologías no lo hacen viable, así que habrá que esperar.