MI OPINIÓN
FERNANDO PARRADO
Si está en sus planes adquirir un nuevo vehículo, otra variable a tener en cuenta es la selección del tipo de tracción.
Los autos de tracción delantera suelen ser más desafiantes, y exigen la atención del conductor, sobre todo en la toma de curvas a fin de evitar el “subviraje”. Recordemos que las ruedas delanteras son las que reciben el impulso propulsor, y también allí se ubica el sistema de dirección del coche.
En cuanto a la tracción trasera, posee el beneficio de que la dirección y la tracción están separadas. Es la alternativa de muchos usuarios, que juran por ella, pues brinda más seguridad a la conducción. Mientras escribo este artículo, vienen a mi memoria las clases prácticas en el autódromo de El Pinar, junto al queridísimo y gran amigo Juan Carlos “Flaco” Gutiérrez, y nuestras eternas discusiones sobre cuál era la mejor elección, aunque nunca llegamos a una conclusión perfecta. En mi caso, yo amo la tracción delantera en los autos de alta performance, de fábricas como Honda, Audi, Renault o VW.
Siempre van a existir los amantes de una u otra técnica, pero con mucha potencia, me inclino por la tracción trasera.