Nico Rosberg ganó un dramático Gran Premio de Australia después de que una estrategia fallida de neumáticos arruinara las opciones de Sebastian Vettel de alzarse con el triunfo y de que Fernando Alonso sufriera un espectacular accidente que destrozó su McLaren.

La victoria número 15 de Rosberg en la Fórmula Uno fue también su cuarta consecutiva, ya que el piloto alemán de Mercedes ganó las tres últimas carreras de la temporada pasada.

"Hoy la estrategia fue crucial, así que estoy agradecido al equipo porque hizo un buen trabajo", dijo un feliz Rosberg a los periodistas. "El coche ha estado increíble hoy.... Tenemos que estar atentos a los de rojo (Ferrari), están muy cerca como habéis visto hoy".

El vigente campeón, Lewis Hamilton, compañero de Rosberg en Mercedes, logró hacerse con el segundo puesto, tras recuperarse de un inicio caótico de carrera que le llevó a caer desde la "pole position" hasta el sexto puesto en la primera curva, acabando finalmente a ocho segundos detrás del vencedor.

El Ferrari de Vettel, cuatro veces campeón del mundo, llegó tercero tras encabezar gran parte de la carrera, con una estrategia agresiva de neumáticos que fracasó después de que la carrera se detuviera por el accidente de Alonso.

El piloto de McLaren protagonizó un dramático accidente al colisionar con el monoplaza del mexicano Esteban Gutiérrez en un intento de adelantamiento a más de 300 kilómetros por hora. El piloto español, que salió ileso pese a la espectacularidad del accidente, reconoció su responsabilidad en el mismo: "Igual no vi el punto al ir tan cerca y perdí la referencia, frené demasiado tarde y me lo llevé por delante", dijo tras el fuerte choque.

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