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Quo vadis Red Bull?

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Red Bull
Tom Gandolfini

El ambiente de la Fórmula Uno está convulsionado y no justamente por la reciente consagración de Lewis Hamilton como tri campeón del mundo, ni por el dominio casi absoluto ejercido por el equipo Mercedes a lo largo de las dos últimas temporadas.

El principal motivo de intranquilidad dentro del ámbito de la máxima categoría de monopostos a nivel mundial radica en la cada vez mayor dificultad que está enfrentando la escudería Red Bull para conseguir las unidades de potencia que impulsen a sus bólidos en la próxima temporada.

Un motivo para nada menor, por supuesto, porque se trata del equipo que dominó las acciones durante cuatro años consecutivos, de 2010 a 2013, logrando otros tantos títulos de pilotos y constructores y cuyo alejamiento sería una dura pérdida para la categoría.

Un motivo más que importante como para inquietar seriamente a Jean Todt, presidente de la Federación Internacional del Automóvil y al propio Bernie Ecclestone, histórico jefe supremo de la Fórmula Uno.

La crisis se ha acentuado con el correr de los meses, luego que se produjera la ruptura total entre Red Bull y Renault, justamente a causa de la pobre gestión y performance de las unidades de potencia de la casa francesa, algo que comenzó a gestarse en el curso de la pasada temporada y que tuvo eclosión este año.

El propietario de Red Bull, Dietrich Mateschitz, ha expresado que ya tiene prácticamente perdidas las esperanzas de conseguir una unidad de potencia acorde a los requerimientos de su equipo, permitiendo de esa manera recuperar la competitividad perdida en estos dos últimos años.
En principio, por parte de los responsables de Red Bull se había fijado como fecha límite para solucionar el problema al pasado sábado 31 de octubre.

Pero el plazo se cumplió y la solución no apareció, por lo que ahora se apunta a una ampliación de tres semanas del plazo, con lo cual se llegaría como fecha tope para tomar una decisión al 22 de noviembre, una semana antes de la disputa del Gran Premio de Abu Dhabi, última fecha del certamen mundial 2015.

Incluso en algún momento el propio Mateschitz ha expresado que sigue vigente su idea de abandonar la Fórmula Uno con sus dos equipos, Red Bull y Toro Rosso, y lo que está tratando de definir en estos días es justamente la retirada definitiva de ambas escuderías.

Lo que sí ha quedado claramente definido es que cualquiera de las tres marcas que al día de hoy le podrían proveer de motores, se lo han negado.

Mateschitz ya tenía claro hace varios meses que no tenía ninguna posibilidad de contar con motores Mercedes o Ferrari para el próximo campeonato.

Es lógico, teniendo en cuenta que ambas empresas no quieren arriesgar a entregar sus motores a Red Bull para terminar siendo vencidas por el equipo austríaco.

La otra posibilidad que había surgido en las últimas semanas, provenía desde Japón, donde Honda parecía haberse mostrado dispuesta a entregar sus motores a Red Bull para 2016.

Pero todo no pasó de una interesante posibilidad, porque de inmediato saltó la oposición por parte del equipo McLaren, que es el que ha utilizado este año los impulsores japoneses.

Ron Dennis, en representación de la escudería británica hizo uso de su opción de veto para que otro equipo pueda usar los motores Honda en el próximo certamen, por lo que esa posibilidad también debió ser descartada.

Por su parte, Christian Horner dijo en representación de Red Bull que en Honda se habían mostrado muy interesados con la posibilidad de entregarle motores a su equipo, confirmando la total oposición de Ron Dennis a que se llegara a un acuerdo.

Incluso en este aspecto es donde jugarían un papel fundamental las negociaciones que pudieran entablar Todt y Ecclestone, aunque se estima que no serían fructíferas para los intereses de Red Bull, por más que existiría una promesa por parte de Honda de entregar motores a otros equipos a partir de 2016. Claro, seguramente sin pensar que uno de esos equipos podría ser el poderoso Red Bull.

Es obvio que el paso de las semanas complica cada vez más el desarrollo de los bólidos para el próximo año, porque todos los rivales de Red Bull ya cuentan con sus unidades de potencia y están trabajando a fondo para 2016, mientras que el equipo con sede en la localidad británica de Milton Keynes está “anclado” por falta de un impulsor definido para continuar con los trabajos.

Incluso responsables de Red Bull han declarado que tienen lista más de una versión de chasis a la espera de poder definir una unidad de potencia que los impulse.

Y, aunque parezca mentira, una de las últimas opciones que se han presentado ha surgido por parte de Renault. En el mundo de la Fórmula Uno, todo es posible.

La marca francesa podría venderle varias unidades de potencia a Red Bull para el próximo certamen, pero sin permitir la utilización del nombre del fabricante.

Vale recordar, que para la temporada 2016 Lotus ha pasado a ser propiedad de Renault y así encarara la marca francesa el próximo campeonato.

El propio presidente de Renault, Carlos Ghosn, habría mostrado su conformidad para que la fábrica le suministrara motores a Red Bull en 2016 con la finalidad de que el equipo austríaco no abandone la Fórmula Uno.

Aunque luego de todos los inconvenientes, quejas, críticas y desacuerdos de los dos últimos años, sería bastante raro, por definirlo de alguna manera, que Red Bull volviera a estar en pista utilizando los impulsores franceses el próximo año.

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Red Bull

automovilismoNELSON VICENTE

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