En el año 1955, Jim Rathmann corrió las 500 Millas de Indianápolis con el Belond Miracle Power Special (espectacular nombre si los hay para un auto de carreras) y además de tener una carrocería influenciada por el Lancia D50 de Fórmula Uno, tuvo el privilegio de ser el primer auto equipado con radio de comunicación directa a su box.
El sistema de comunicaciones utilizado en ese momento era bastante rudimentario y tenía varias frecuencias. Y, como casi siempre sucede, hubo una anécdota (simpática ó fascinante, como a usted le parezca) y es que en carrera le entra un mensaje a Rathmann diciendo: "Por favor dirigirse a Oak lwan Avenue 4300 y destapar la grasera y arreglar una pérdida". ¡Le habían dado la misma frecuencia que a un sanitario de Indianápolis! En ese momento iba a 270 kph en la recta trasera de Indy.
Todo fue progresando y luego, en la década de 1980, los periodistas tenían sus propios scanners portátiles para escuchar a los equipos. Les tomó un tiempo lograr eficiencia para evitar conversaciones de pilotos de avión o entre policías, hasta poder encontrar algo como: "Niki levanta, pues hay banderas amarillas en la curva Lesmo; un Alfa explotó de nuevo".
MI OPINIÓN - FERNANDO PARRADO