La realización del Dakar bate récords en cada nueva edición

Cuando en el año 2008 los organizadores del Rally Dakar no pudieron concretar su realización debido a problemas políticos y a amenazas terroristas en el continente africano, comenzaron a estudiar otra serie de opciones con la finalidad de mantener la disputa del rally, variando su diagrama habitual que unía Europa con África.

Finalmente, se tomaba la decisión de tomar como escenario a América del Sur para la edición del año 2009.

A partir de ese momento, todo lo relativo a la actividad del Dakar "americano" fue incrementándose en forma incesante, con un potencial increíble, marcando un creciente interés, fomentando la difusión y el turismo extra continental y generando importantes ingresos monetarios en todos los países por los que ha pasado la carrera, con un fuerte impacto en la economía y un caudal de participantes, espectadores y televidentes cada vez mayor en cada una de las ediciones disputadas.

En momentos en los que el turismo internacional se vio afectado en Uruguay, con hoteles y restoranes de las zonas balnearias más importantes trabajando muy por debajo de sus posibilidades, la opción de contar con un evento de la magnitud y jerarquía del Dakar bien puede ser tomado como una enorme posibilidad de superación económica y crecimiento turístico para próximas temporadas.

Porque además, no hay que pensar solamente en todo lo que el Dakar genera directa o indirectamente con su presencia en cada uno de los países que visita, sino que hay que tener en cuenta lo que es la casi increíble e impactante difusión que tiene esta competencia a nivel mundial, de un valor incalculable y de la que se han dado cuenta y han tomado en su real valía países como Argentina, Bolivia, Chile y Perú, favorecidos con un creciente turismo extracontinental gracias a la difusión de sus respectivos paisajes y regiones que ha permitido realizar la televisación del Dakar en casi 200 países, llegando a mil millones de televidentes.

El Dakar es una verdadera y auténtica usina generadora de difusión e información para los televidentes de todo el mundo. Y todo eso redunda, sin lugar a dudas, en un importante beneficio para los países que son sede de esta singular e inigualable competencia.

Se estima en unos 360 millones de dólares el importe de la exposición televisiva tomando en cuenta las horas de televisación por parte de 70 cadenas internacionales en 190 países. De esas 70 cadenas internacionales, 20 de ellas tienen presencia directa de sus equipos periodísticos siguiendo la competencia.

Todo eso lleva a generar más de 1.200 horas de televisión retransmitiendo imágenes propias de la competencia, pero también de los paisajes y regiones por los cuales transitan los competidores.

Además, casi ocho millones de personas ingresan directamente en la página web del Dakar y la cuenta oficial de twitter tiene 176.000 seguidores, sumados a más de un millón de fans en la página de facebook. Una promoción y difusión muy importante por donde se mire.

Si la parte deportiva es apasionante para los miles de fanáticos que se dan cita para apreciar las incidencias de la competencia directamente (cifra que siempre ha oscilado entre los cuatro y cinco millones de espectadores) también lo es la parte turística y promocional, apuntalando directamente a las economías de las zonas y regiones visitadas.

No en vano, desde el propio Ministerio de Turismo de la República Argentina se ha expresado que el Dakar ha sido la acción de promoción turística más importante en toda la historia de ese país.

De acuerdo a los datos de los tres últimos países que ha visitado el Dakar, la estimación del impacto económico directo e indirecto que ha tenido la realización de la competencia allí, en Argentina, Bolivia y Chile, puede estimarse que superó ampliamente los 400 millones de dólares en cada edición.

El Dakar es una competencia dura, difícil, exigente, sin parangón a nivel mundial y cuya realización ha permitido que se haya creado una leyenda en torno a su desarrollo, casi desde el comienzo mismo de la primera edición.

Pero lo que el Dakar puede ofrecer es un espectáculo sin igual, único e irrepetible, fantástico, con un poder de atracción como pocos.

Uruguay está en el camino del Dakar. Llegar a un buen final, que seguramente traerá aparejado un resultado absolutamente favorable no será tarea fácil. Habrá que realizar inversiones y trabajar duramente. Pero con toda seguridad, ese esfuerzo será muy bien recompensado.

Las imágenes televisivas generadas por el desarrollo del Rally Dakar superan las 1.200 horas de exposición y llegan a 190 países mediante el trabajo de 70 cadenas internacionales, contando con mil millones de televidentes.

Desde que el Dakar llegó a América, no paró de crecer. El incremento de participantes ha aportado como consecuencia un notorio crecimiento en el número de espectadores, periodistas, difusión y beneficios económicos.

LEYENDA VIVANELSON VICENTE