El escandinavo hizo prevalecer su condición de local y venció en el rally por segundo año consecutivo.

El finlandés Jari-Matti Latvala firmó ayer su segunda victoria consecutiva en el Rally de Finlandia, pudiendo controlar los ataques de su compañero de equipo, el francés Sébastien Ogier.

"Tenía hambre de victoria. Después de una mala primera mitad de la temporada, este éxito me hace casi tan feliz como si hubiera ganado el Campeonato", comentó el ganador nada más salir de su Polo-R.

En cabeza desde la octava prueba especial, después de que liderara Ogier la carrera, Latvala mantenía una ventaja mínima sobre el galo, que llegó a ser de solo tres segundos el sábado por la mañana, antes de tomar algo de aire en los tramos de la tarde.

El año pasado, el nórdico ganó con 3,6 segundos de ventaja. Esta vez la distancia fue algo mayor, 13,7 segundos. "Sébastien (Ogier) está más fuerte incluso que el año pasado", comentó el finlandés.

El francés sale reforzado del fin de semana. Con el abandono, en la PE 5, de su principal adversario en el Campeonato del Mundo, su compañero de equipo, el noruego Andreas Mikkelsen, se encuentra a 89 puntos de distancia del nuevo perseguidor, que no es otro que el propio Latvala.

"No voy a saltar de alegría por ser solo segundo, pero es cierto que, matemáticamente, podría conseguir mi tercer título mundial en la próxima prueba en Alemania", declaró Ogier. "Si ocurre más tarde, no será grave", añadió.

La carrera que ha batido todos los récords de velocidad, se decidió por detalles, combinando ciertas dosis de prudencia con pisar a fondo en el momento adecuado. En la PE16, bajo un aguacero, Ogier pisó una piedra con la rueda, lo que provocó un enorme temblor en su coche. No muy seguro del estado mecánico de su coche, se alivió al ver que todo iba bien.

Después de este susto, Ogier mantuvo la cabeza en la clasificación general del Campeonato del Mundo y eso, sumado a un Latvala desencadenado, hizo que en la siguiente especial del día, la carrera se decantara del lado escandinavo.

Los accidentes de Mikkelsen (su coche quedó destrozado) y del neozelandés Hayden Paddon (Hyundai i20), cuando iba quinto, marcaron un punto de inflexión en los demás pilotos a la hora de arriesgar de más. Bajo unas condiciones climáticas cambiantes, esta prueba mostró su dureza y solo 57 de 83 que tomaron la salida pudieron llegar a meta.

La Asociación de Corredores de Gran Turismo (ACGT) no pudo llevar a cabo la disputa de la tercera fecha de su Campeonato Uruguayo que estaba prevista para este pasado fin de semana en la ciudad de 9 de Julio. El motivo fue la demora en la salida de los vehículos de carrera hacia Argentina y el riesgo que generaba la falta de certezas respecto a si los pilotos podrían contar en tiempo y forma con sus autos de carrera, los que probablemente hubieran llegado al circuito el sábado de mañana. Por ello, se decidió postergar la fecha, la que se realizará los días 22 y 23 de agosto en Rafaela, junto al TC2000.

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