MI OPINIÓN

La semana pasada, cuando escribía sobre el retorno del piloto de motociclismo Marc Márquez al Moto GP, también me vino a la memoria lo que fue el regreso del australiano Mick Doohan. Luego de una desafortunada y violenta caída, donde su articulación quedó totalmente destrozada, los médicos barajaron la posibilidad de amputarle su pierna derecha. Fue “rescatado” del hospital por el Dr. Claudio Costa (médico traumatólogo de los GP), quien propuso transferir durante el tiempo necesario sangre de la pierna “sana” hacia la lesionada, evitando así una posible amputación. Ocho semanas más tarde, Doohan viajó a Sao Paulo, penúltima carrera, para defender su ventaja en el circuito de Interlagos, pero su pierna estaba sumamente infectada y sangraba. El Dr. Costa se encargó de lavar las heridas con solución salina, lo que permitió al piloto competir al día siguiente. Doohan acabó 12º en la carrera, quedando fuera de los puntos (en esa época solo puntuaban los diez primeros).

A pesar de sus múltiples operaciones en la pierna, Doohan logró ganar cinco campeonatos mundiales de 500 cc de manera consecutiva. El mayor retorno a las pistas de la historia.