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La feroz batalla interna

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Con la notable excepción de Red Bull, los otros equipos son bastante conservadores con respecto al cambio de pilotos.

Tanto Ricciardo como Verstappen, son producto del increíblemente competitivo programa de Red Bull, para pilotos jóvenes. La cultura de la comparación sin piedad de la telemetría, tiempos y performance óptima, continúa desde las categorías junior hasta Toro Rosso y Red Bull en Fórmula Uno, como lo ha experimentado Daniil Kvyat, al ser bajado de su auto, la cual subieron a Max Verstappen. Kvyat "descendió" a Toro Rosso y Verstappen "ascendió" a Red Bull.

La Fórmula Uno es muy dura, pero Red Bull es extremadamente dura y ha logrado formar la dupla potencialmente más fuerte con Ricciardo y Verstappen, tal vez más fuerte que cuando Vettel estaba con Ricciardo en el 2014. Para Red Bull, tener dos número uno es fundamental, pues se comparan las performances y se empujan uno a otro. Si hay un piloto número dos, siempre tendrá la excusa de que el número uno, tiene mejor auto. Ricciardo ha conducido siempre muy bien, pero desde la llegada de Verstappen, su performance ha sido elevada aún más y se nota la subida de escalón, desde la llegada del holandés.

MI OPINIÓN - FERNANDO PARRADO

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