La decisión de Fernando Alonso, de no correr en Montecarlo y disputar las 500 Millas de Indianápolis y jamás me atrevería a discutirla.

su performance a lo largo de prácticas, clasificación y carrera ha sido magnífica. Llegar como debutante a una de las pistas más rápidas y peligrosas del mundo, no cometer un solo error, largar en segunda fila y haber liderado la carrera, es impresionante.

Indy es difícil. Solo la clasificación es abrumadoramente demandante en tensión y peligro, con el auto puesto a punto para velocidad absoluta, rozando los muros a 370 kph. Cualquier variación del viento puede causar un accidente, que siempre es muy caro... para el cuerpo del piloto.

Las turbulencias aerodinámicas en tráfico, requieren una técnica muy especial. La Indy posee una paridad alucinante, con siete vencedores diferentes en siete carreras.

En la Fórmula Uno, por ejemplo, Hamilton casi siempre ha tenido que correr contra un solo auto (su compañero de equipo) o máximo contra cuatro autos. En Indy, cualquiera de los 33 que largan puede ganar.

Alonso superó todo con un sobresaliente, y solamente la rotura del motor, lo privó de una victoria o, al menos, del podio.

MI OPINIÓN - NANDO PARRADONANDO PARRADO