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A esperar por Abu Dabi

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Eufórico. Así se bajó Lewis Hamilton del Mercedes, tras lograr su victoria número 52.
NACHO DOCE

El inglés Hamilton ganó en Brasil, Rosberg sigue liderando.

El piloto británico Lewis Hamilton (Mercedes) ganó ayer el Gran Premio de Brasil de Fórmula 1, con su compañero de equipo, Nico Rosberg, ubicado en el segundo lugar, por lo que el Campeonato Mundial se decidirá en la última carrera, que se disputará en Abu Dabi.

Hamilton, quien largó desde el primer lugar, dominó de principio a fin en el circuito de Interlagos, en San Pablo, una prueba con dos detenciones debido a la intensa lluvia, y le recortó siete puntos a Rosberg, que ahora tiene una ventaja de 12 unidades.

El prodigio holandés Max Verstappen (Red Bull) arribó tercero y fue el verdadero protagonista de la competencia, con varios adelantamientos para la historia.

El mexicano Sergio Pérez, quien había ocupado el último escalón del podio casi hasta el final, sumó un meritorio cuarto puesto sobre su Force India.

Por su parte, el ídolo local Felipe Massa, del equipo Williams, sufrió un accidente y abandonó en su última carrera en casa tras anunciar que, a los 35 años, se retirará al concluir la actual temporada.

Massa dejó la pista entre lágrimas bajo la atronadora ovación del público, dando las gracias a sus compatriotas, quienes le despidieron con honores, con banderas brasileñas y un mensaje: "obrigado" (gracias).

Pilotos al margen, la gran protagonista en Interlagos fue la lluvia, que se cobró a su primera víctima muy pronto. Tanto que el francés Romain Grosjean (Haas) ni siquiera llegó a tomar la salida.

Séptimo en la clasificación del sábado, Grosjean patinó tras tomar una curva durante la vuelta de formación y acabó con su coche estrellado en el muro, con la suspensión rota.

Ese fue el primer aviso para la organización.

La largada se hizo detrás del coche de seguridad y, en el decimocuarto giro, la mala suerte se cebó también con el sueco Marcus Ericsson (Sauber), quien sufrió un percance similar al del galo.

Entonces, el alemán Sebastian Vettel, preguntó a sus técnicos de Ferrari por radio: "¿cuántos coches accidentados hacen falta para sacar la bandera roja?".

Los comisarios tomaron nota y sacaron de nuevo el coche de seguridad.

La escasa visibilidad y el abundante agua hacían temer lo peor. El coche se fue en la 20 y, escasos 10 segundos después, el finlandés de Ferrari, Kimi Raikkonen, estrelló su auto contra el muro de la recta principal. Primeras banderas rojas.

Unos minutos después, la carrera se relanzó de nuevo detrás del safety car durante ocho giros más para ser detenida de nuevo en la vuelta 28 bajo una fuerte silbatina de los miles de aficionados, que pedían explicaciones por la falta de espectáculo sobre el asfalto.

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Eufórico. Así se bajó Lewis Hamilton del Mercedes, tras lograr su victoria número 52.

AUTOMOVILISMOAFP

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