Como la Fórmula Uno no está muy interesante este año, en Europa comienzan a hacer correr rumores, para que la atención siga puesta en la categoría.

Se rumorea que el expiloto de Fórmula Uno Gerhard Berger, íntimo amigo del billonario propietario de Red Bull y Toro Rosso, estaría juntando todas las piezas, para poder comprar el equipo Red Bull, junto a un nuevo billonario. Hay dos obvios candidatos y los dos son amigos de Berger: los canadienses Lawrence Stroll y Guy Laliberte. Estos dos aman las carreras y tienen hijos corriendo en categorías menores en Europa y viviendo ambos hijos en la casa del francés Jean Alesi, otro expiloto de la máxima categoría.

Los dos canadienses, estarían muy interesados en promover la carrera de sus hijos en el automovilismo grande y nada mejor que comprar un equipo de Fórmula Uno.

Yo siempre pienso que la categoría es una devoradora de dinero y siempre que entran los privados, tarde o temprano terminan por cansarse de poner tanto dinero. Si se cansan las grandes marcas, como no se van a cansar los privados, porque a pesar de tener billeteras muy abultadas, invertir 400 millones de dólares por año no es fácil.

MI OPINIÓN - NANDO PARRADO