MI OPINIÓN

Es difícil tener alguna lógica comparar pilotos de diferentes eras de la Fórmula Uno. Tengo algunas preguntas que rondan por mi cabeza: ¿Qué sucedería si un piloto “top” de los años 50 tuviera la oportunidad de subirse a un auto de Fórmula Uno moderno? ¿Y un piloto actual en un coche de esa época? ¿Qué tal sería el desempeño en ambos casos?

En mi opinión, creo que un piloto de la década del 50 o 60, brindaría un gran espectáculo de velocidad. En cuanto los pilotos “estrella” contemporáneos, siento que no se atreverían a subirse a un auto de aquella era, y tampoco correrían en las pistas de antaño.

Actualmente, con toda la información recopilada sobre medidas de seguridad en el automovilismo, chasis de fibra de carbono, buzos antiflama, áreas de escape, etc., desmotivarían a cualquier piloto del siglo XXI a correr en circuitos tales como Monza, Silverstone o Reims, a bordo de un coche de carreras antiguo. Ponerse detrás del volante de la Maserati 250F del legendario Juan Manuel Fangio y correr por tres horas en Nurburgring, rozando los 330 kph en las rectas, con competidores de la talla de Stirling Moss y el británico Mike Hawthorn, no es tarea sencilla.