MI OPINIÓN

Con la partida de varios sponsors de los equipos de Fórmula Uno, Liberty Media se cuestiona hoy, de dónde provendrá el dinero para solventar la categoría más cara del planeta.

Recientemente, se dio a conocer que Liberty Media vendió una parte de “Live Nation” (su negocio dedicado a los eventos en vivo), por la suma de US$ 500 millones. El comprador: el fondo soberano de Arabia Saudita.

No es novedad que Arabia Saudita ha estado cortejando a la Fórmula Uno durante años, y ahora anuncia la construcción de un nuevo circuito en Qiddiya, que será inaugurado en 2023. Obviamente que el objetivo es albergar la F. 1 en dicho escenario, por el cual se han ofrecido US$ 60 millones para la obtención de una fecha.

Otro dato no menos interesante, la firma de un acuerdo anual de sponsoreo con el gigante saudí Aramco, por la cifra de US$ 40 millones. Ya veremos con asiduidad ese “nombre” en las carreras de este año. Arabia Saudita ya cuenta con la Fórmula E disputándose en su país, y qué mejor que la F. 1 para potenciar su prestigio.

Seguramente Aramco debe estar apresurando las obras del nuevo circuito, mientras sueña con exhibir su nombre junto al de Rolex y Heineken.