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El último adiós a un gran amigo

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Hoy quiero dedicar este editorial a mi amigo Carlitos Kurlander. Nos dejó hace unos días, luego de una dramática y heroica lucha contra su enfermedad.

Con la misma tenacidad y firmeza con que trabajó toda su vida, enfrentó su última gran batalla, con la grandeza de un gladiador. Lo conocí hace muchísimos años en Fidocar S.A.. Carlitos fue un pilar de apoyo en la construcción de lo que es la marca Hyundai hoy en nuestro país. Un trabajador incansable, noble, emprendedor y para quien siempre los valores y la amistad primaban sobre todo lo demás, generando un aprecio que fue mucho más allá que una mera relación comercial. Charlamos por última vez en El Pinar, en la primera fecha de Superturismo, él estaba entusiasmado con la performance de los Hyundai. Gracias Carlitos, por haberme dado tanto.

MI OPINIÓN NANDO PARRADO

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