Desde la reapertura han sido varios lo que se han afincado en Maroñas. Muchos de ellos siguen cuidando y corriendo en nuestros hipódromos y otros, con menor éxito, han regresado a sus orígenes.
Basta con mirar un programa de una reunión en Maroñas, Las Piedras y el SINT para palpar la cantidad de ejemplares y profesionales extranjeros radicados, por la actividad hípica, en Uruguay.
En los últimos meses se ha incrementado el parque equino de Maroñas con caballos importados, principalmente desde Brasil; otros de la vecina orilla y hasta desde los Estados Unidos han puesto sus ojos propietarios que han desembarcado con singular notoriedad.
A ello se le suman prósperas alianzas entre establecimientos de cría que le dan un toque de importancia a la genética del turf local.
Desde Brasil se anuncia que Wagner Leal, que supo guiar a Whoppee Maker y a Life Style en dos Ramírez, tiene intenciones de anclar en Ituzaingó.
Quienes avanzados están son las huestes del San Blas de Paraguay, que tienen en el stud de Sandro Sánchez a cutro ejemplares para correr y buscan que el jinete guaraní Anthony Ortellado pueda regular sus papeles y correr en Maroñas.
turfHÉCTOR GARCÍA