El campeón del Uruguay Open contó que luego de haber perdido en primera ronda en Buenos Aires, el partido ante Pablo Cuevas fue su mejor del año. “Nunca había sentido algo tan bueno”.

—¿Cuán difícil fue ganar este torneo?

—Muy difícil. Vine a Uruguay jugando no muy bien y casi me voy en primera ronda. Fui luchando como pude y acá entraban todos los tiros ganadores que en Argentina se me iban afuera. Es muy difícil saber por qué una entra y otra no.

—¿Los detalles que hacen la diferencia son más sensaciones que estadísticas?

—Durante el partido tenía la sensación de que si arriesgaban un poco más, la pelota iba a entrar. En el primer set estaba muy nervioso, en el segundo me relajé un poco y no sé por qué. Así como en la primera ronda zafé luchando, Iñigo hizo méritos para sacarme de mi juego.

—¿La primera ronda en Buenos Aires y el partido de semifinales ante Pablo Cuevas son los opuestos de estas sensaciones?

—Crecí escuchando la frase de que el tenis siempre da revancha. Nunca la había entendido hasta hace poco. Es el fiel reflejo de lo que sentí estas dos semanas. En Buenos Aires lo que tirara se iba afuera y acá contra Cuevas jugué mi mejor partido del año. Nunca había sentido algo tan bueno en la temporada.

—¿Este año también fue la revancha luego de haber dejado el tenis y regresar?

—Cuando volví a jugar la pasé mal también. No ganaba un partido, tenía un pensamiento muy lejano a cuando lo hacía bien, entonces los partidos se me iban sin saber cómo. Tampoco podía poner la cabeza al 100% en lo que estaba haciendo. Me sucedieron muchas cosas para llegar a este momento actual. Ahora todo cambió y esas cosas malas se transformaron en buenas.

—¿Siente que estos triunfos devuelven parte del esfuerzo de su familia para que se dedicara al tenis?

—Todos los tenistas hacen ese esfuerzo. Si miramos el cuadro de este torneo, no creo que haya muchos que puedan decir que su familia tiene dinero y lo banca. No lo tomo como una carga que me toque vivir. El tenis es un deporte carísimo para cualquier familia. Cuando uno empieza a ganar un dinero, la devolución es no sólo económica, es de sensaciones y de estar en esos torneos que se veían por la televisión.

—¿Cómo surgió esa posibilidad de que Marcelo Filippini lo ayudara incluso siendo comentarista para Directv?

—Me dijo antes del partido que si necesitaba algo lo mirara y me haría unas señas. Las hablamos antes del partido entonces cuando lo miraba él me las hacía y entonces yo sabía lo que estaba haciendo mal.

URUGUAY OPEN 2015