Novak Djokovic y AndyMurray, uno y dos del torneo, disputan la final del Abierto de Australia.

FERNANDO TETES

El encuentro 31 entre Novak Djokovic y Andy Murray es la final del Abierto de Australia y se disputa a las 5 de la próxima madrugada uruguaya. Un partido con mucho en juego, no sólo porque el serbio va por igualar la marca de Roy Emerson y porque es su final 17 consecutiva en el circuito, sino también porque por primera vez desde Jim Courier y Stefan Edberg en 1992-1993 se repite la definición en años consecutivos.

Murray llega con la pesada carga de cuatro finales jugadas y cuatro perdidas, y por intentar cortar una racha adversa pero también por frenar un liderazgo del serbio que parece interminable desde hace ya un par de temporadas.

Sin embargo, la estadística parece jugarle, aunque no sea tan parecido al tenis real, a favor a Murray. En cinco de los últimos ocho años, el tenista que triunfó en la segunda semifinal se llevó la copa.

Desde que Nole derrotó a Rafa en 2002, no se miden el uno y del dos del torneo en la final, y es la novena ocasión desde 1968. Hasta ahora el primero del ranking le ganó cinco de esos nueve partidos al segundo.

El último dos del escalafón que se quedó con la corona en Melbourne fue Andre Agassi cuando venció a Pete Sampras en 1995, y la última vez que esto sucedió en torneos de Grand Slam fue cuando Nadal le ganó a Djokovic la definición del US Open 2013.

Por otra parte, con la llegada del uno y del dos a la definición de Melbourne, en 40 de los últimos 44 torneos de Grand Slam ha existido un campeón dentro de los cuatro fantásticos: Djokovic (ya clasificado tras vencer a Federer, otro de los privilegiados campeones), Rafa Nadal y el propio Murray.

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