La llegada a Durazno marcó ayer la supremacía en la quinta etapa (y por primera vez en el desarrollo de esta edición) de un uruguayo en la Vuelta Ciclista del Uruguay, Gran Premio Claro.

Matías Presa (Cerro Largo) llegó primero con un tiempo de 4h3153", mientras que Richard Mascarañas y Héctor Fabián Aguilar del Schneck Alas Rojas de Santa Lucía completaron el podio con el mismo tiempo del ganador tras protagonizar un emocionante sprint final que se dirimió sobre la meta, frente a la Intendencia de Durazno.

Después de más de 60 kilómetros (a partir de la ciudad de Paso de los Toros), en los que un grupo de 20 pedalistas tomó la delantera, las emociones comenzaron a crecer a medida que se aproximaba el final.

En el ingreso a la zona urbana por General Artigas comenzó la apasionante definición, que tuvo su punto máximo en los últimos metros con una trepada excepcional de Presa, que se las ingenió para sortear a varios rivales —entre ellos Aguilar— y ganar.

De esta manera, el brasileño William Chiarello del Dataro sigue liderando la prueba con 16h3149", pero ahora Presa pasó a ser segundo a 40" y Laureano Rosas tercero a 48".

La tarea de los reporteros gráficos de los medios locales en el momento de documentar la llegada se torna casi imposible, al menos en la ciudad de Durazno, donde la organización de la prueba deriva a los periodistas a la zona del público, coartando de esa manera la posibilidad de un registro claro de la llegada.

Es un tema recurrente y que merece un análisis que permita a todos por igual lograr la instantánea en el lugar y momento justo.

Pero además de intentar trabajar entre gritos y ademanes, por el lógico apasionamiento de los fanáticos ubicados en los lugares que les corresponde, la situación se complica aun más cuando particulares, sin distintivo alguno, se pasean y sacan fotos de la llegada dentro de la zona de exclusividad de los competidores, como queda registrado en la única foto que pudo registrar Ovación.

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