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Un bombón asesino

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Foto: Chris Namús
Perez, Ezequiel

Surgió como una de las principales promesas del deporte nacional, abriéndose camino en un mundo de los hombres. En 2012 ganó el título de Campeona Mundial Juvenil WIBA y se convirtió en la primera uruguaya en conquistar un título mundial. Chris Namús y su llegada al boxeo.

Su carrera ha tenido altibajos y si bien en un momento coqueteó con el retiro, en febrero se subió al ring para enfrentar a Cecilia Braekhus, la mejor del mundo en la categoría welter, con una digna actuación.

Su buen papel le valió que Braekhus la invitara a entrenar como sparring a España, donde se encuentra al momento de esta nota.

—¿Cómo empezó tu interés por el deporte?

—Cuando tenía cinco años terminaba el jardín y empezaba la escuela y mis padres y abuelos me insistieron en que, además de estudiar, tenía que hacer alguna actividad deportiva. Me dieron a elegir entre varios deportes y como en esa época me gustaban mucho Las Tortugas Ninjas elegí karate. Después hice ocho años de taekwondo y también probé un poco de full contact. Desde chica me inculcaron que el deporte tenía que estar presente en mi vida

—¿ Y cómo arrancaste con boxeo?

—Cuando tenía 16 años dejé las artes marciales y no podía estar sin hacer deporte. Quería cambiar de estilo y probé con gimnasia olímpica, clases de salsa, de todo, pero nada me copaba. Un día haciendo zapping me enganché con una película que se llama "Golpe de Mujer", con Michelle Rodríguez, y me llamó pila la atención ver a una mujer haciendo boxeo.

—¿Y te costó mucho empezar siendo mujer?

—Costó pila. En esa época no había boxeo femenino en Uruguay. Pregunté en varios gimnasios y todos me decían que mujeres no. En el único que me dijeron que sí fue en Los Ñatos, la Asociación de Boxeadores del Uruguay. Cuando caí el entrenador se rió y me dijo que pensó que se lo había dicho en broma.

—¿Y en qué punto dijiste me dedico al boxeo en forma profesional?

—Se fue dando. El entrenador me vio condiciones, porque las artes marciales influyen, sobre todo con la técnica y la manera de pararte. Hablaba con promotores y éstos le decían que el boxeo femenino no existía en Uruguay y menos amateur. Recién a los dos años lograron conseguirme una pelea amateur, que gané por knock out. Después los promotores me dijeron que la única manera de conseguir rivales era que me hiciera profesional. Tuve que elegir entre seguir estudiando en la Facultad de Ciencias o dedicarme al boxeo profesional. Y elegí boxear.

—¿Qué sensaciones te dejó tu última pelea con Cecilia Braekhus?

—Quedé muy conforme. Ella es la campeona del mundo en cinco entidades; es la mejor boxeadora reconocida libra por libra y la verdad que pelear con ella fue todo un mérito. Pelear 10 rounds y poder terminarlos bien, cuando en los primeros tenía poca esperanza, fue más que suficiente. Encima, cuando terminó la pelea su equipo me ofreció ser su sparring para su próxima pelea, cosa que para mí es un honor.

—Ahora estás en Europa entrenando con ella. ¿Cuáles son los objetivos de esta preparación?

—Ella pelea ahora el 1° de octubre contra la francesa Sophie Mathis y estamos haciendo campamento de entrenamiento en España, donde voy a estar un mes. Soy su sparring y su compañera de entrenamiento. A mí me suma mucha experiencia, ya que día a día la veo entrenando y aprendo. El solo hecho de estar acá es toda una experiencia y me va a servir para mi próxima pelea.

—¿Hasta dónde te gustaría llegar en el boxeo?

—Y no sé, porque tengo muchas ganas de ser mamá y eso no es muy compatible con el boxeo. Yo creo que por ahí puedo llegar a hacer dos años más de carrera y ya iré dejando. No sé si colgaré los guantes, pero una pausa larga me tomo seguro.

—¿Cuál fue el mejor momento de tu carrera?

—Creo que cuando salí campeona del mundo juvenil por primera vez. Ahí pasé de la nada a tener el cariño y reconocimiento de un país entero. Sin duda fue el momento más lindo.

—¿Cómo es tu alimentación?

—Es bastante complicada por el tema de la categoría y dar el peso, aparte tengo tendencia a engordar. Entonces es todo a base de frutas, de verduras, pollo, pescado, no azúcar ni sal, no fritos y no grasas. Carne roja ya ni como, es una dieta muy restringida.

—¿Que tipo de entrenamiento desarrollás en Club One?

—Hago toda la parte física, que me la marca un profe del gimnasio. Trato de mantener y bajar el peso y para eso hacemos bastante ejercicios aeróbicos e intermitente y después todo lo que es la parte de fuerza y de estabilidad, que es fundamental para el boxeo.

—¿Por qué elegiste este gimnasio para tu entrenamiento?

—Un amigo de mi novio me mostró fotos del lugar y me encantó. Él hizo un poco los trámites para que empezara a entrenar. Es un gimnasio amplio, súper cómodo y completo y eso ayuda mucho. Ir a entrenar a un lugar tan bonito y completo hace que vayas con otra predisposición al trabajo y al sacrificio.

—¿Que es lo que más te gusta del gimnasio?

—Lo que más me gusta es el ambiente, que es súper tranquilo. A mí me gusta trabajar concentrada en lo mío y la gente es muy respetuosa y simpática. Todo el mundo me saluda con respeto y a la hora de trabajar nadie molesta, está cada uno en la suya. Se nota que hay muy buena onda. También me gusta cómo trabajan los profes. A mí me asignaron uno que se llama Jerónimo De León que es excelente, es un muchacho joven y con muchas ganas, que te transmite deseos de entrenar todos los días.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Foto: Chris Namús

INN CONTENT PARA CLUB ONE

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