El plantel bohemio llegó ayer de tarde desde Buenos Aires y ya piensa en Danubio y en el encuentro clave contra Palestino.

Tras el análisis de la derrota contra Boca Juniors por Copa Libertadores, el cuerpo técnico quedó satisfecho por la entrega y las ganas que puso el equipo en La Bombonera, pero quedó con la sensación de que se pudo jugar mejor y que hay argumentos como para hacerlo. El plantel bohemio llegó ayer por la tarde desde Buenos Aires con la buena noticia de que ningún jugador quedó sentido.

Pero, pese a no jugar por el Clausura este fin de semana, nada de día libre. Hoy por la mañana, el plantel está citado para practicar ya pensando en dos juegos que serán clave: Danubio y Palestino.

Dentro de una semana, Wanderers enfrentará a los franjeados en Jardines buscando su primer triunfo en el torneo tras lo que fueron la derrota contra El Tanque y el empate ante River Plate en el Parque Viera.

En tanto, tras el triunfo de Palestino en Venezuela, el partido ante los chilenos se transformó en la final del mundo para Wanderers pensando en la clasificación a los octavos de final.

En Barinas (Venezuela), en el último turno de la Copa Libertadores del jueves, Palestino venció 1-0 a Zamora y recuperó de visitante, con ese resultado, los tres puntos que había perdido como local ante Boca Juniors.

El equipo de Pablo Guede -que es pretendido por el seleccionador de Chile, Jorge Sampaoli, para tenerlo como ayudante técnico de cara a la Copa América- anotó el único gol del partido un minuto antes de finalizar la primera parte a través de Alejandro Márquez, con un tiro rastrero.

De esta forma, Zamora quedó comprometido de cara al futuro porque ahora tendrá con afrontar el ida y vuelta con Boca, el equipo más fuerte de la serie.

Por eso, pese a que aún es muy aventurado para decirlo, todo hace indicar que el segundo puesto del Grupo 5 se definirá entre Wanderers y Palestino, siendo vitales los cruces entre ambos.

WANDERERSJUAN PABLO ROMERO