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Uruguayanska: El equipo de celestes en Suecia que ascendió

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Foto: Uruguayanska.

HISTORIAS

El fútbol como herramienta de encuentro y como vía para difundir la identidad de los uruguayos.

Foto: Uruguayanska.
Foto: Uruguayanska.

Después del Mundial de fútbol de Sudáfrica 2010, cuando Uruguay terminó en el cuarto lugar, un grupo de uruguayos radicados en Suecia empezó a reunirse con la idea de crear un equipo que los representara en aquel país escandinavo. Fue así que meses después la idea se transformó en realidad y se creó Uruguayanska, que significa “de Uruguay”.

Francisco “Mono” Acosta, de 40 años, es uno de los fundadores del equipo. Si bien nació en Suecia, es hijo de uruguayos y tiene la doble nacionalidad. Con sus padres vivió muchos años en Uruguay y se crió en el barrio Villa Española. Pero con las crisis de inicio de siglo volvieron a Suecia, donde trabajó muchos años como basurero. Ahora el “Mono” tiene previsto visitar Uruguay en el verano con su pareja sueca y su hija.

“Surgió la idea de Uruguayanska después del Mundial de 2010, impulsados por todo lo que fue la actuación de Uruguay; fue un momento clave del proceso de Óscar Tabárez y pensamos que era una buena idea para ayudar con la parte de identidad en un país como Suecia, y también buscamos que fuera un lugar de encuentro para todos los uruguayos. El fútbol es una buena herramienta para fomentar la identidad de un país y más la de Uruguay”, señaló el “Mono” cuando ya era la noche en Suecia, un país que tiene cinco horas de diferencia con Uruguay.

Uruguayanska está afiliado a la Asociación Sueca de Fútbol y comenzó a competir en 2012, año en el que finalizó en la tercera posición en la Séptima División (a diferencia de Uruguay nada tiene que ver con la edad), que es la más baja de la mencionada asociación. En la séptima compiten diez equipos y asciende a la Sexta sólo el campeón. En las primeras cinco temporadas, el equipo de celestes no logró el ascenso, pese a que en tres años finalizó en el segundo lugar, y en 2016 no logró el objetivo por diferencia de goles. Finalmente, el mes pasado el equipo de la ciudad de Estocolmo -capital de Suecia- fue campeón y alcanzó por primera vez en la historia la anhelada Sexta División. Si Uruguayanska alcanzara en algún momento la Segunda División (como la Segunda División Profesional de Uruguay), tendría posibilidades de jugar copas internacionales.

“Acá en Suecia casi todo el fútbol es amateur, aunque en las divisiones más altas, como Primera y Segunda, son profesionales. Sin ser en la parte de infraestructura y de los sueldos, no hay una gran diferencia con el fútbol uruguayo. Pienso que en Uruguay muchas veces se juega mejor que acá teniendo peor infraestructura. Si comparamos los niveles de la Primera División, la liga sueca tiene un nivel inferior en cuanto a aspectos técnicos y tácticos. Al menos esa es mi impresión”, relató Acosta.

Uruguayanska es un equipo amateur. Todos los jugadores tienen otra actividad y pagan para jugar. “Pese a que estamos afiliados a la Federación sueca, es lo más parecido a la Liga Universitaria de Uruguay. Aunque acá también hay liga de universitarios y otra liga todavía más amateur, como si fuera la Liga Montevideo de allá”, explicó Acosta, que también sostuvo que “para jugar pagamos unos US$ 8.000 o US$ 9.000 al año y lo costeamos con la plata que ponemos los jugadores, con aportes de socios y con algunos sponsors que tenemos que, si bien son comercios pequeños, nos ayudan mucho. Hoy tenemos por ejemplo como auspiciantes a un taller de bicicletas de uruguayos y a una empresa de choferes”.

El director técnico se llama Claudio Pereira y tampoco percibe nada por dirigir. Es un uruguayo que, cuando el equipo lo necesita, también entra a la cancha y es uno de los goleadores del plantel. Además, trabaja en un equipo de fútbol de Estocolmo, de la Tercera División, como encargado de las divisiones formativas.

Según datos proporcionados a Ovación por la embajada de Uruguay en Suecia, se estima que hay cerca de 5.000 uruguayos en aquel país, contando primera, segunda y tercera generación. El grupo más grande está en Malmö, la tercera ciudad más grande de un país que tiene casi diez millones de habitantes. También hay en Estocolmo y en Gotemburgo. La primera ola migratoria a este país se dio con exiliados políticos en la época de la dictadura y hubo una segunda ola migratoria sobre finales de la década de 1990 e inicio del presente siglo. Hay varios uruguayos que se han destacado en la vida académica y política de Suecia.

Para jugar en Uruguayanska no es imprescindible ser uruguayo. De hecho, en el actual plantel hay 14 celestes, tres peruanos, tres chilenos, dos bolivianos, un sueco (que llegó este año al equipo a través del actual entrenador) y un jugador, que fue capitán del equipo y que nació en Cabo Verde, África. “Los que vienen de afuera en el equipo encuentran la identidad de Uruguay, el vestuario bien uruguayo, la garra, la técnica, que no damos los partidos por perdidos y se toma mate. Algunos han llegado porque se enteraron por otros uruguayos del equipo e incluso hay algunos que han venido de Uruguay y allá han jugado en las formativas de algún club profesional”, explicó el “Mono”, que juega de lateral derecho.

Si bien por ahora Uruguayanska no tiene divisiones juveniles, es uno de los objetivos para los próximos años. El club tiene una directiva de ocho personas y se juntan habitualmente en la casa del presidente, Miguel Cabrera, otro uruguayo. Algunos de los actuales directivos son también jugadores y otros son personas que están apoyando al club.

El conjunto de uruguayos juega como local en un escenario público que alquilan y se llama “Tanto”. Es una cancha que tiene solo una tribuna y con capacidad para 300 personas. En general, a los partidos de Uruguayanska van entre 80 y 120 personas. En la final, cuando lograron el ascenso a la Sexta División, había alrededor de 150 hinchas.

Acosta fue claro en el objetivo que tiene Uruguayanska: “Hemos trabajado mucho en la cara hacia afuera y en lo que nosotros representamos como colectividad, como grupo de uruguayos, ya que intentamos ser una referencia para los uruguayos que llegan a Suecia. Trabajamos en la identidad del equipo y lo que queremos difundir del país, con sus costumbres. Utilizamos al fútbol como un lugar de encuentro de identidad. Los chilenos y peruanos hablan mucho del compañerismo y del respeto que hay en el equipo. Nos gusta que nos destaquen por eso”.

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