En la última pelota, cuando Brasil jugaba con 9 jugadores, Matías Viña puso el 2-1 y dio vuelta el marcador ante el elenco norteño.

El momento fue perfecto. La lluvia se mezcló con las lágrimas de los botijas y de muchos de los familiares presentes en Ecuador que están apoyando a sus hijos y a este grupo de gurises que lograron algo impresionante.

Hacía 36 años que no se le ganaba a Brasil por un Sudamericano y anoche, esta selección lo consiguió, con un tanteador idéntico al del Maracanazo.

Nada mejor que ganar un clásico de atrás y en la hora. Pero no fue nada fácil para Uruguay. Todo lo contrario. Tuvo que apelar a sus fibras más íntimas y a dejar el alma en la cancha.

En la primera parte Brasil se apoderó de la pelota y de las chances más claras del partido. Era más, y lo concretó. Una gran asistencia de David Neres, dejó de cara al gol a Guilherme Arana que definió ante la salida de Santiago Mele y parecía que el encuentro se complicaba. Los norteños siguieron como si nada.

La charla del entretiempo tuvo su efecto en la Celeste. Solo los jugadores y el cuerpo técnico la conocerán, pero cambió completamente la cara de Uruguay que salió a atacar desde el primer minuto a un Brasil que aprovechaba los espacios para contragolpear pero no pudo concretar.
Las llegadas uruguayas eran cada vez más peligrosas y Nicolás de la Cruz y Rodrigo Amaral se pusieron una vez más el equipo al hombro. Ambos se hicieron dueños de la pelota, mientras que Brasil golpeó más de lo que jugó. Y le fue fatal.

El “jogo bonito” desapareció y y aparecieron las tarjetas amarillas que el árbitro argentino supo sacar y que Uruguay aprovechó. Así como también aprovechó Rodrigo Amaral.

En el minuto 60’, un pelotazo de Santiago Mele, que peinó Nicolás Schiappacasse y que bajó el volante de Nacional para apuntar y sacar un bombazo inatajable para Lucas Perri.

Si algo hacía falta en el encuentro para que Uruguay se convenciera de que lo podía dar vuelta era una expulsión, que llegó a los 66’ cuando Lucas Cunha vio la roja. Fueron dos golpes tremendos. El empate, y el hombre de menos.

Dos tiros libres de Nicolás De la Cruz estuvieron a punto de aumentar el marcador, pero uno fue despejado por el arquero y el otro pegó en el palo. El gol se hizo desear, pero llegó.

Un pelotazo al área en el primer minuto de descuento, dejó solo a Matías Viña. El zaguero se puso el traje de goleador y definió como un gran delantero. No dudó y terminó de liquidar a un Brasil que a esa altura ya jugaba con nueve jugadores por la expulsión de Lyanco.

No había tiempo para más. El reloj marcaba tiempo cumplido y la hazaña estaba a punto de concretarse. El triunfo se dio con un sello bien uruguayo: de atrás, y en la hora, ante Brasil.

La Celeste quedó arriba en el hexagonal final. Lidera la tabla y espera a Colombia. Los botijas dieron rienda suelta a la alegría... “¡Uruguayyyy nomáaa...!”

?URUGUAY 2-1 BRASIL

Estadio:

Atahualpa de Quito

Árbitros: Darío Herrera, Diego Bonfa y Cristian Navarro (Argentina) Jesús Valenzuela (Venezuela)

Uruguay: S. Mele; J. L. Rodríguez, A. Rogel, M. Viña, M. Olivera; C. Benavídez, R. Bentancur, F. Waller; N. De La Cruz, R. Amaral (82' A. Cannobio); N. Schiappacasse. DT: F. Coito

Brasil: Lucas Perri; Dodo, Lucas Cunha, Lyanco, Guilherme Arana; Caio, Maycon; David Neres, Richarlison, Matheus Savio; Felipe Vizeu. DT: Rogerio Micale

Gol: 23'Guilherme Arana (BRA); 60' R. Amaral, 90+1 M. Viña (URU)

Amarilla: Lyanco, Lucas Cunha, Guilherme Arana (BRA); M. Viña, A. Rogel (URU)

Roja: L. Cunha, Lyanco (BRA)

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SUDAMERICANO SUB 20