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Una tendencia de arranque

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Otálvaro hizo fútbol a la par del resto. Foto: Francisco Flores
Practica de Futbol del Club Nacional, Los Cespedes, ND 20160825 foto Francisco Flores
Archivo El Pais

Los diez últimos debuts tricolores son para estar como dijo Lasarte: ansiosos.

Martín Lasarte hizo una reflexión ayer en Los Céspedes que podría catalogarse "de Perogrullo", porque al referirse al partido que Nacional debe disputar mañana en el comienzo del Campeonato Uruguayo Especial contra Danubio en Jardines del Hipódromo, el entrenador tricolor se refirió a "lo que significa (el encuentro) en la sumatoria de puntos que hay que ganar para conseguir el objetivo final", con lo cual hizo una alusión implícita a una circunstancia obvia: tienen el mismo valor matemático las unidades que están en juego en la primera fecha que en la última.

Sin embargo, Lasarte —que no es un técnico de ponerse el cassette y hablar con frases hechas a menudo-— refirió enseguida a otro aspecto que encierra este cotejo de los tricolores ante el equipo de la Curva de Maroñas: "Además de que este es un torneo corto, y por eso difícil, se trata de un debut; y siempre el debut tiene cualidades diferentes a otros partidos. Nosotros estamos con mucha esperanza, y también mucha ansiedad por esas razones".

Tiene motivos, no sólo Lasarte, sino también todo Nacional para pensar de esa forma, y no pura y exclusivamente por el caso puntual de este partido frente a Danubio, sino por lo que indica la tendencia marcada por los diez últimos debuts del conjunto tricolor en el conjunto de las respectivas ediciones de los torneos Apertura y Clausura.

Esto es, de diez partidos jugados en ese contexto, Nacional ganó seis, pero empató tres y perdió uno, no tuvo una eficacia absoluta: logró el 90% de los puntos, pero sólo un 60% fueron conseguidos en base a triunfos.

Si a eso se le agrega lo que representa Danubio, incluso por esa estadística "de terror" para Nacional que destacó Juan Pablo Romero en la pasada edición de Ovación, y que en un "mix" de lo futbolístico con lo esotérico en los últimos años ha convertido a "los de la franja" en "la bestia negra" para los tricolores, al decir de los españoles, se llega a la conclusión de que es nomás un partido distinto, el que tiene mañana Nacional el Jardines del Hipódromo.

Los números, que en este caso son los que deja el fútbol, establecen que en el Apertura 2011, Nacional debutó con un empate ante River Plate, y en el Clausura 2012 le ganó a los darseneros por 3 a 2 en forma trabajosa; en el Apertura 2012, empató 2 a 2 con Defensor Sporting, ante el cual perdió por 1 a 0 en la primera fecha del Clusura 2013; en el Apertura 2013 venció 1 a 0 a Racing, y en el Clausura 2014 —por esas modificaciones en el fixture tan típicas del fútbol uruguayo de cabotaje- derrotó aRentistas por 2 a 0; en el Apertura 2014 venció por 5 a 2 a Defensor Sporting con tres goles de Iván Alonso, y en el Clausura 2015, empató con los violetas 0 a 0; y en el Apertura 2015 se impuso a Villa Teresa por 4 a 1, mientras que en el Clausura 2016 ganó 3 a 0.

La estadística aséptica y pura, entonces, favorece a Nacional, pero el desglose en triunfos, empates y derrotas, introduce un matiz importante en el enfoque: el 60% de los diez últimos debuts que tuvo Nacional en la actividad local fueron victorias.

No está mal, pero tampoco fenómeno; y eso, más el hecho de que el rival es Danubio, contribuye a que los tricolores se encuentren según lo describió Lasarte: esperanzados y ansiosos.

García: el técnico lo “peloteó”

Martín Lasarte dijo que espera hasta hoy para saber si puede o no contar con Arismendi para jugar en lugar de Polenta. En caso de que la situación del volante que el entrenador haría jugar de zaguero si Al Shabab -su anterior club- envía el TMS o, en su defecto, la FIFA lo habilita, ya que Nacional a través de la AUF ya hizo una soluicitud a ese respecto, será Rafael García quien ocupe ese puesto.

Ayer, el entrenador dio señales firmes en tal sentido, ya que por un muy extenso lapso del entrenamiento matutino trabajó en forma personalizada con “Rafa”, lanzándole pelotas frontales por abajo y por arriba para que las rechazara hacia los costados con una y otra pierna, y también de cabeza.

Según el entrenador, esta incertidumbre en torno a Arismendi lo llevó a decidir que hoy concentren más jugadores que lo habitual: 20.

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Otálvaro hizo fútbol a la par del resto. Foto: Francisco Flores

NACIONALJORGE SAVIA

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