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Las razones detrás de la consagración

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Foto: Ariel Colmegna
Ariel Colmegna

PEÑAROL

El título lo lograron los jugadores y el cuerpo técnico, pero todo lo inició la dirección deportiva.

Una excelente campaña en el segundo semestre de la temporada -en el que solo cedió tres de los 45 puntos que disputó, se consolidó como el equipo más goleador con 86 tantos y recibió apenas 7- fue la razón para la obtención del Uruguayo 2017 por parte de Peñarol. Ello fue la consecuencia de varias decisiones que en el camino se tomaron y que se transformaron en causas del éxito aurinegro.

Muchas de esas determinaciones pasaron por el técnico Leonardo Ramos, pero también por la dirección deportiva, que tuvo una influencia importante. Primero que nada porque defendió el trabajo del entrenador cuando muchos consejeros quisieron relevarlo del cargo pocos días antes de comenzar el Clausura, más precisamente luego de perder un clásico por un torneo de preparación. Segundo porque convenció al presidente Juan Pedro Damiani que la mejor opción era mantener a Ramos y darle las herramientas para trabajar y tercero porque consiguió los refuerzos que el técnico precisaba para formar un equipo competitivo y, a la larga, campeón.

Gran responsabilidad de este título la tiene, por tanto, Gonzalo De los Santos, el director deportivo de Peñarol. Por allí empieza la cosa. Este espaldarazo Ramos lo supo capitalizar. Impuso nuevas ideas, metió mano en el equipo, le reforzó la confianza a algunos jugadores y terminó sacando el mejor rendimiento de un equipo que fue solidario para atacar y defender, que tuvo momentos de muy buen fútbol y que en el Clausura fue letal en el área rival. Estas son algunas de las claves del campeón:

Apoyo
Sostener a Ramos en la dirección técnica
Foto: Marcelo Bonjour

Luego de la derrota clásica (1-0) del 14 de agosto el consejo directivo evaluó reemplazar a Ramos. Sin embargo, la dirección deportiva (Gonzalo De los Santos y Carlos Sánchez) le dio el respaldo y convenció al presidente. “Este es un proceso deportivo, no solo el clásico”, dijo De los Santos.

Refuerzos
No se trajo cantidad, sino calidad y titulares
Foto: Gerardo Pérez.

A diferencia de lo ocurrido a comienzos de la temporada, para el segundo semestre Peñarol se reforzó con futbolistas que fueron titulares y determinantes, pues le dieron el salto de calidad que necesitaba el plantel. Llegaron Formiliano, Varela, Gargano, Corujo, Maxi Rodríguez, Viatri y Estoyanoff.

Tranquilidad
La que trajo el cambio en el arco
Foto: Gerardo Pérez

Gastón Guruceaga venía en baja en sus producciones, cada vez sentía más la responsabilidad y si bien Ramos lo había respaldado, la situación ya era insostenible, porque la intranquilidad del arquero se trasladaba al equipo. El DT puso a Dawson y fue clave: mantuvo el arco en 0 en 13 de los 17 partidos.

Doble cinco
El formado por Gargano y el "Cebolla"
Foto: Archivo El País

Walter Gargano se venía comiendo la cancha, pero necesitaba un socio a su lado para sacar la pelota bien jugada y no desgastarse en la doble función. Ramos tomó una decisión valiente: puso al “Cebolla” Rodríguez para el clásico y ya no lo sacó. Ambos formaron un doble cinco eficaz y con clase.

La confianza
En Viatri, que a la larga fue determinante
Foto: Archivo El País

Lucas Viatri hizo su primer gol en la sexta fecha, ante Fénix. A esa altura ya empezaba a hablarse de hasta cuándo se esperaría por el centrodelantero argentino. Ramos lo mantuvo y una vez que llegó al gol, fue clave, no por la cantidad de tantos marcados (4), sino por lo que jugó e hizo jugar a sus compañeros.

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