Nacional no encontró el respaldo que necesitaba de sus suplentes y el plantel le quedó muy corto.

Nacional está teniendo un final de semestre complicado. Ya eliminado de la Copa Libertadores, los últimos partidos del Torneo Clausura se están asemejando a una tortura para Nacional, pese a que los tricolores continúan con chances de meterse en la definición del Campeonato Uruguayo a través de la Tabla Anual, más allá de que está claro que su situación es compleja. Es que, además de vencer a Liverpool en la fecha 15 del Torneo Clausura, deberá esperar una nueva derrota de Peñarol —que sería la tercera al hilo—, para alcanzar a los aurinegros en el primer lugar de la tabla acumulada y así forjar una final que determine finalmente el equipo ganador de la Anual.

Las lesiones de Nicolás López (tendinitis en el bíceps femoral), Kevin Ramírez (desgarro en el abductor), Christian Tabó (desgarro en el posterior) y la más reciente de Diego Polenta (esguince de rodilla), sumado a las ausencias de Mauricio Victorino y Jorge Fucile por estar afectados a la Selección Nacional de cara a la Copa América Centenario que comenzará el viernes, provocaron que el técnico Gustavo Munúa tenga que recurrir a futbolistas que habitualmente eran suplentes.

Si una virtud tuvo el entrenador de Nacional, esa fue que encontró rápidamente un equipo titular que se recitaba de memoria con Esteban Conde; Jorge Fucile, Mauricio Victorino, Diego Polenta, Alfonso Espino; Santiago Romero, Gonzalo Porras; Leandro Barcia, Kevin Ramírez; Nicolás López y Sebastián Fernández.

Lo que sí fue cambiando el entrenador fue el sistema táctico, en el que ha rotado entre el 4-4-2 (con el que más ha jugado) y el 4-2-3-1.

Ahora bien, Nacional evidenció una gran falencia a lo largo de este semestre: encontró un equipo, pero no un plantel, porque los suplentes —en general— no le respondieron al entrenador.

Léo Gamalho, que no jugó los primeros cuatro partidos del Clausura ni los dos iniciales de la Copa Libertadores porque llegó sobre el final del período de pases y se estaba poniendo a punto físicamente, fue uno de los que más jugó y terminó siendo titular en los últimos partidos ante la ausencia del "Diente" López. El jugador brasileño —que en total tuvo minutos en 15 partidos— marcó dos goles en el Clausura y ninguno en la Copa Libertadores.

Erick Cabaco, primer recambio de la zaga, cuando entró no mostró la solvencia que sí plasmaron Victorino y Polenta en gran parte del semestre, mientras que el rendimiento del argentino Alejandro Barbaro fue sumamente irregular, aunque jugó poco. "Nacho" González empezó bien el Clausura, con buenos rendimientos ante Villa Teresa y River Plate (ambos partidos en el estadio Domingo Burgueño Miguel de Maldonado), pero fue perdiendo pie en la consideración del DT y sus ingresos a la cancha fueron escasos en la recta final.

Por último, más allá de que habitualmente integra el banco de suplentes, Matías Cabrera no ha logrado afianzarse y ha entrado en cuentagotas a la cancha. Apenas jugó 58 en el Clausura y 31 en la Copa Libertadores.

Felipe Carballo fue uno de los que se insertó de buena forma en el equipo. De hecho, es el suplente que más minutos jugó en total con 678 en el Clausura y 431 en la Copa. Además, es de los que tiene mejor promedio de puntos en el plantel con 6.5, siempre tomando como referencia los puntajes que otorga Ovación. Christian Tabó —así como Sebastián Eguren— es otro que ha tenido un rendimiento aceptable, aunque irregular; a lo largo del semestre ha sido el recambio natural de Barcia o Ramírez. Gorga, Amaral, Benítez, Mejía, Olivera, Mascia y Cavanna jugaron muy pocos minutos.

El brasileño llegó a Nacional en condición de libre para sustituir la importante baja de Iván Alonso. Empezó el semestre como suplente, pero por la doble actividad fue ganando minutos y acumuló 487 en el Clausura y 220 en la Copa. Lleva jugados 15 partidos y anotó dos goles: uno de cabeza a El Tanque Sisley y otro de penal frente a Defensor Sporting.

Si bien es verdad que el futbolista argentino ha tenido pocos minutos, cuando le tocó jugar no respondió. En el Clausura lleva acumulados 221 con un promedio de 4.8 puntos por partido (según Ovación) mientras que en la Copa apenas disputó 15. En el partido contra Rentistas, donde fue titular, lo más destacado fueron dos tiros libres que atajó muy bien Reyes.

Proveniente de Rentistas, el zaguero llegó para pelearle un lugar a Mauricio Victorino y se convirtió en el primer recambio de Munúa para la defensa. Si bien ha alternado buenas y malas, aún no mostró el nivel que lo trajo a Nacional. Acumula 576 en el Clausura y 90 en la Copa, con 5.0 puntos de promedio. Frente a los "bichos colorados" tuvo una floja actuación

Lo primero que hay que decir del volante es que jugó muy poco; apenas acumula 89 minutos entre el Clausura y la Copa. Parece escaso para sacar una conclusión de su actuación en el semestre, aunque rápidamente surge una pregunta y es ¿por qué el DT lo tuvo tan poco en cuenta? Ante Sud América fue la única vez que fue titular , cuando jugó 55.

Pese a tener un buen comienzo de Clausura, donde fue titular en los primeros cuatro partidos, el rendimiento de "Nacho" fue decayendo y cada vez fue teniendo menos minutos. De hecho, en los últimos ocho partidos del torneo, el "10" albo apenas jugó 69. Por si fuera poco, en algunos juegos incluso quedó afuera de la convocatoria del técnico.

NACIONALJUAN PABLO ROMERO