Dos partidos. Ciento ochenta minutos. Nada más. Eso es lo que resta para terminar el Torneo Clausura, y quizás, la temporada. En estos dos fines de semana, fundamentalmente en los equipos grandes, muchos futbolistas pueden torcer su destino, cambiar su futuro.

JOSÉ MASTANDREA

Los que terminan sus vínculos, quizás puedan renovarlos si es que rinden y están a la altura de los acontecimientos. Si no andan bien, si fracasan en los momentos culminantes del Uruguayo, pueden pasar a integrar la lista de prescindibles.

Así es el fútbol. Y hay que asumirlo. Cuando los árbitros ponen el grito en el cielo porque se está "atentando" contra la fuente laboral de alguno de ellos, tienen que tener en cuenta que un fallo equivocado, también puede terminar con el trabajo de muchos otros: directores técnicos, gerentes deportivos, futbolistas y preparadores físicos.

Estos 180 minutos serán decisivos para quienes pelean por el título del Clausura, para quienes luchan por la Tabla Anual, para quienes sueñan con jugar una copa internacional y para aquellos que pretenden seguir jugando en la A. La consiga es una: prohibido equivocarse.

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