Publicidad

Poyet: "Vengo de un país en el que la unión hace la fuerza"

Compartir esta noticia
Poyet da instrucciones a Pezzella. Foto: EFE
Jesús Diges

El técnico del Betis puso de ejemplo a Uruguay para pedir unión a sus hinchas ante el importante duelo del domingo ante el Espanyol.

El entrenador del Real Betis, el uruguayo Gustavo Poyet, ilustró la importancia de la unión de todo el beticismo ante el compromiso del próximo domingo ante el Espanyol en que viene de un país en el que "la unión hace la fuerza" porque son tres millones de habitantes y luchan "con otros que tienen ochenta".

Poyet, en declaraciones a la radio del Betis, explicó que su exhortación a la unión "y no de esperar a que salga algo malo para insultar", hecha tras ganar a Osasuna, se debió a "cuatro o cinco y no a "la totalidad de la afición" y que, aunque no representan "a ninguno, lamentablemente son los que más ruido hacen".

"La gente no se da cuenta de lo que es jugar en un estadio con el ambiente que hay aquí. Se crea fútbol y es un lugar hermoso para jugar, que no sea incómodo para los jugadores, que no pase como el año pasado, que costó muchísimo ganar como local", afirmó el de Montevideo, quien insistió en el valor de ser honesto.

En este sentido, explicó que sus críticas a los pitos en el partido inaugural en el Villamarín ante el Deportivo de la Coruña se debieron a que no estaba de acuerdo por ser el primero de la temporada y que, en contraste, no dijo nada cuando fue goleado por el Real Madrid porque el resultado de 1-6 lo consideró "merecido".

Indicó que la necesidad de ganar como local es mayor que la de hacerlo como visitante, que le debe "mucho a los aficionados" y que no les han dado "nada aún", aunque insistió en que, pese a que hay días malos y todo el mundo los tiene, pidió "más positivismo y más unión y que confíen más" en el equipo.

"Lo que queremos se vivió ante el Málaga, en el que la afición nos llevó hasta partirnos la cabeza, literalmente. Hubo momentos en los que el equipo estaba pasándolo mal y la afición lo mantuvo vivo en el partido. Eso es lo que quiero vivir este domingo en casa contra el Espanyol", reflexionó.

Consideró que , a pesar de ser cierto, no se puede estar "todo el rato" hablando de que el Betis es un equipo en construcción y recordó, en este sentido, que lleva "cuatro meses de trabajo, nueve partidos en los que hemos vivido de todo, perder mal ante los grandes, no ganar un derbi, pero estar ahí".

Respecto a la suplencia en Pamplona de Rubén Castro, reconoció que, junto a la decisión de dejar en el banquillo en la final de la copa inglesa a Altidore, fue "la más difícil" que adoptó en su carrera deportiva, aunque lo hizo en busca de los tres puntos "y en base a lo bien que salió en El Sadar, hay que meter a Rubén Castro".

"Fue una decisión sumamente jodida de tomar, pero siempre pensando en el beneficio del equipo. A partir de ahí tenemos que trabajar. Me encantan las semanas largas, esta es la más bonita para mí porque me da la posibilidad de ubicarlo, ver en qué formato y condiciones podemos tener en el campo a Rubén", indicó.

Comentó que sabe que Rubén quiere jugar en el medio "con unos jugadores detrás con unas características determinadas que le puedan ayudar a hacer mejor su trabajo" y que, cuando dé con la tecla, el canario "va a estar en el campo" y espera que sea en ésta porque no quiere "pasar todas las semanas con la decisión el jueves y el viernes de si juega o no".

Sobre el Espanyol, afirmó que "es un equipo que ha cambiado bastante el sistema de juego" y en el que su entrenador está buscando "la fórmula que más le gusta", aspecto en el que dijo se parece al Betis, y agregó que tendrán "que hacer un partido de primer nivel y que los tres puntos se queden en casa".

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Poyet da instrucciones a Pezzella. Foto: EFE

ESPAÑAEFE

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Gustavo PoyetBetis

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad