DESDE EL ARCO
JOSÉ MASTANDREA
El VAR (videoarbitraje), está transformando al fútbol en un espectáculo aburrido, lento, plagado de errores, y está condicionando a los árbitros en sus decisiones.
Es otro negocio de la FIFA, sin dudas, y la Conmebol no se quedó atrás e hizo el suyo. A las apuradas, como siempre, y mal.
El VAR no sirve, al menos hasta ahora, ha dado más en el clavo que en la herradura. Y la explicación es muy simple. También es operado por el ojo humano, con decisiones que se toman fuera del campo de juego, pero terminan pesando dentro.
Pasó en la semifinal de la Copa entre Lanús y River. Hubo de todo. Y se hizo lo contrario. La presión a los árbitros fue enorme y dejó una larga polémica por delante. Eso sí: Gallardo debió llamarse a silencio. No puede hablar después de perder como perdió ese partido.