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Una pérdida de poder

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Wilmar Valdez
Archivo El Pais

La presidencia de Valdez en la AUF está en riesgo: hay clubes molestos con sus movimientos.

La Conmebol nombró hoy, en su sede de Asunción, a su nuevo presidente hasta el año 2019. No hubo sorpresas y el paraguayo Alejandro Domínguez fue investido por unanimidad y por lo tanto con el apoyo de las 10 federaciones que forman el organismo rector del fútbol sudamericano.

El único candidato que se llegó a postular contra él en la elección fue el presidente de la AUF, Wilmar Valdez. El uruguayo quedó en diciembre al frente de la Conmebol tras las detenciones de Juan Ángel Napout y el resto de vicepresidentes. Su idea era la de aprovechar el destape de la corrupción para impulsar profundos ajustes en la institución y abrir una etapa nueva de transparencia en el fútbol del continente, el más salpicado por las tramas oscuras que persigue la justicia estadounidense.

Valdez pensaba que nunca podría iniciar un cambio tan radical si no contaba con la voluntad y el apoyo de todas las asociaciones. Por ello, decidió no terminar el mandato de Napout de forma interina, tal y como podía haber hecho en base a los estatutos vigentes. Pero, para legitimar esa profunda renovación que planeaba, decidió convocar a elecciones y postularse a las mismas.

Al oficializar su candidatura tuvo que renunciar a su puesto en la vicepresidencia, por lo que Uruguay perdió un lugar de privilegio en la Conmebol, algo que ahora le puede pasar factura. Pero sigamos el orden temporal de los acontecimientos.

No tardó mucho Valdez en darse cuenta que no había demasiado espíritu de cambio en el organismo. El candidato paraguayo rápidamente se hizo con los apoyos más importantes, Argentina y Brasil, y enseguida se alzó como favorito. El uruguayo sometió entonces su candidatura al visto bueno de la Asamblea de Clubes de la AUF, que le dio total libertad de acción según el panorama que se encontrase en Asunción.

Valdez finalmente decidió retirarse, previa negociación de intereses. No quería ser vicepresidente de nuevo, ya que no iba a estar en la primera línea de un gobierno contrario a su apuesta por el cambio, por lo que se aseguró un puesto como vocal. Sí que logró reservarse un hueco en el Comité Ejecutivo de FIFA, que se hará efectivo cuando se confirme el cuarto lugar de Sudamérica en el mismo.

Todo este movimiento podría terminar con Wilmar Valdez perdiendo la presidencia de la AUF, porque ya hay varios clubes muy molestos con que Uruguay haya cedido poder político en la Conmebol, al perder la presidencia primero y la vicepresidencia luego, mientras ganó un lugar en la FIFA que, según piensan, al fútbol local pocos beneficios le traería.

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FÚTBOLJORGE ALDEA

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