SILVIA PEREZ

Recibir diez goles en dos fechas, no es cosa de todos los días menos todavía para un equipo grande como Peñarol. Y si los tres últimos fueron recibidos frente a uno de los equipos más complicados en la tabla, como Plaza, es aún peor.

El bajo rendimiento de los aurinegros, tanto en lo individual como en lo colectivo, sumado a la falta de la garra o sangre que siempre caracterizó al equipo mirasol, preocupa en todos los ámbitos. Encontrar una explicación sobre lo que está sucediendo no parece fácil para jugadores y técnicos, y tampoco lo es para los dirigentes.

Ayer, en la reunión del Consejo Directivo los dirigentes expresaron su gran malestar por el momento deportivo. El presidente José Pedro Damiani comentó que Fernando Morena lo había llamado por la mañana. Según le dijo posteriormente a El País, el entrenador estaba tranquilo y le anunció que hoy comenzaban a trabajar con miras al partido clásico. "El problema es que tenemos un montón de jugadores que son nuevos y de repente no sienten la camiseta como otros. Hay que ver cómo reaccionan en el clásico. Si ganan ese partido, se borra todo lo anterior. En los últimos tres partidos nos hicieron 13 goles e igual estamos a cuatro puntos. Así es el fútbol uruguayo", sentenció Damiani.

Consultado con respecto a la posibilidad de volver a concurrir a Los Aromos como hizo después de la goleada que les propinó Danubio, el presidente aurinegro respondió: "No sé, recién estamos a martes". (Ayer).

Por su parte, Vito Atijas reconoció que era difícil brindar una opinión sin herir la susceptibilidad de jugadores y técnicos. "No alcanzo a entender cómo se puede llegar a un rendimiento tan bajo en un fútbol que no es precisamente un dechado de virtudes. Por más que yo siempre fui bastante escéptico, nunca imaginé que en este nivel tan bajo se pueda actuar con un rendimiento tan pobre tanto en lo individual como en lo colectivo. Hay que pensar cómo es posible que un equipo como Rocha, cuyo presupuesto debe ser la décima parte del nuestro, esté liderando el torneo. Claro, no hay que olvidar que en algún momento quisimos traer a Pedro Cardoso y a Aldave, pero no tuvimos apoyo. El otro día me enteré que ahora Aldave es de Chijane. Si los dirigentes somos lerdos, ahora no nos quejemos", afirmó Atijas.

Enrique Badano tampoco le encuentra explicación a los hechos: "Los valores que llegaron, más los que ya conformaban el plantel no ameritan una diferencia tan amplia como la que se vio en los últimos partidos. Creo que hay un tema de motivación que influye. En Peñarol se ha creado una especie de mentalidad de empleado público. No hay un sistema de contratos donde se establezcan premios a los jugadores y las cosas no parecen pasar por el corazón".

Pero, como en el fútbol siempre hay revancha, los aurinegros tienen la posibilidad de rehabilitarse frente al tradicional adversario. De todas formas, muchos coinciden en que se trata del último tren. Atijas no es la excepción: "La última oportunidad que queda es el clásico y creo que deberían tomarlo como una prueba definitiva para saber lo que corresponde hacer, sobre todo con la renovación de los contratos. Y todos lo que están involucrados en el tema fútbol deberían, con autocrítica, pensar en los errores que se pueden haber cometido".

Badano mientras tanto, manifestó que: "Es positivo que se juegue el clásico en este momento. En una situación así pueden dar vuelta la historia. Un equipo que viene denostado y criticado tiene la oportunidad de cambiar las cosas y volver a engancharse en el campeonato".

Consultado, sobre el mismo tema, Juan Lema Benso se mostró muy cauto. "Si digo las cosas como son van a pensar que estoy dolido por las elecciones, y no es así. Estamos en el fondo de la bolsa, o cerca. Es un momento tristísimo para Peñarol. La nueva dirigencia tendrá que decir cómo se sale de esto. Yo no puedo salir a decir se debe hacer tal o cual cosa porque no fui electo. Habrá que agarrar el bisturí y proceder, pero en que parte, no sé. Hoy siento que no soy quién para opinar. No me corresponde".