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La lupa del clásico

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Peñarol y Nacional

Nacional llega con tres puntos más que Peñarol en la tabla: sus campañas y los rendimientos individuales son parejos.

Siempre se dice que los campeonatos van a ser un "cabeza a cabeza" entre los grandes, y generalmente, ese vaticinio se cumple, salvo excepciones.

Este Torneo Apertura empezó con ambos metidos en cuerpo y alma por la corona. Nacional, el último Campeón Uruguayo, mantuvo a su cuerpo técnico y a su plantel, y apostó a reforzarse con lo necesario, pero siempre apelando a futbolistas con futbolistas que tuviesen "sentido de pertenencia". Y así llegaron Martín Ligüera, Viudez, Arismendi, "Rafa" García y a última hora, el "Tata" González.

Peñarol no. Tuvo que cambiar y renovar su plantel. También empezó a transitar una nueva era, la de Leo Ramos, un entrenador que tuvo que ir conformando el plantel día tras día.

Nacional es un equipo armado y formado, Peñarol es un equipo en formación, pero pese a ello, las últimas fechas, han logrado que la diferencia en la tabla de posiciones sea solo de tres puntos.

Nacional empezó el Apertura a todo tren. Ganó seis partidos en forma consecutiva, tropezó ante River la semana anterior (0 a 0), dejó sus primeros dos puntos, y cayó el sábado de noche ante Boston River (3-1) con quien perdió el invicto y puso en peligro su liderazgo.

Peñarol goleó en el debut ante El Tanque Sisley (4-0) y después tuvo altibajos y logró sendos empates ante Boston River y Liverpool. Su camino en estas ocho fechas, fue más irregular, pero hasta ahora, no ha perdido y solo cosechó victorias y empates.

La tabla no miente. Nacional está arriba con 19 puntos en ocho fechas. Suma seis triunfos, un empate y una derrota. Tiene 12 goles a favor y seis en contra. Comparte el liderazgo con Wanderers tras su traspié del pasado fin de semana.

Peñarol trepó varios lugares luego de la goleada ante Sud América en el "Campeón del Siglo". Llegó con la urgencia de no perder más puntos ya que venía de un empate con Defensor Sporting en el Franzini y se estaba alejando demasiado de los puestos de vanguardia. Ganó, y sacó provecho en una etapa que le cayó como anillo al dedo porque Cerro perdió, Defensor Sporting no pudo con Racing y el tricolor cayó ante Boston River.

Nacional pisó fuerte en las primeras seis fechas. Apareció como un equipo imbatible de local y fuerte de visitante. Esos seis triunfos lo llevaron a estar en la cima, pero la postergación del partido ante River Plate cambió su perfil. El trajín, la seguidilla de partidos y algunas lesiones, le hicieron perder ese perfil de equipo avasallan.

Peñarol mantuvo la identidad de equipo irregular hasta ahora. Pasó de golear a no hacer un solo gol en 180 minutos. De apabullar a sus rivales a no llegar al arco de enfrente. El aurinegro sigue siendo un equipo en formación con variantes en casi todos los partidos. Mauricio Affonso, por ejemplo, no fue titular en las primeras cinco fechas, y Lucas Cavallini, que era titular indiscutible, hoy ingresa en los segundos tiempos.

Los grandes llegan al clásico con el mismo objetivo, pero con sus campañas bajo la lupa.

Tienen muchos puntos de contacto. En sus desempeños, en sus rendimientos, pero también hay diferencias en otros aspectos de sus campañas.

La experiencia es un punto a favor del tricolor, el fogueo de sus hombres en este tipo de partidos puede resultar gravitante.

El momento de los delanteros del aurinegro puede ser un punto a favor. Son puntas de área, y todos están con la pólvora seca.

Hay paridad en defensa y en el medio, donde cada uno tiene sus armas, y es donde vuelve a tomar fuerza la experiencia.

La tabla no miente. Nacional está arriba. Le lleva tres puntos a Peñarol, pero los rendimientos se han equiparado en las últimas dos fechas.

Peñarol —futbolísticamente hablando— llega en alza, y Nacional en baja. Pero claro, clásicos son clásicos. Y hay que jugarlos.

Así llega Peñarol.

La campaña de Peñarol en el Torneo Apertura ha sido irregular y se ha dividido en empates y victorias. A lo largo de las ocho fechas, el equipo de Leo Ramos tuvo buenos, regulares y malos desempeños, pero ha logrado salir adelante en base a su poderío ofensivo, y seguridad en el fondo.

Defensa: hay equilibrio.

Hoy Peñarol tiene laterales que marcan y suben, y sumó dos zagueros recios, que no se ponen “colorados” si tienen que pegarle lejos a la pelota. Tiene seis goles en contra en ocho fechas.

Medio: pura contención.

Guzmán Pereyra, Nahitan Nández, Ángel Rodríguez, son más volantes de marca y contención que de creación. “Cebolla” y Gastón Rodríguez aportan velocidad y desborde. No tiene enlace definido.

Ataque: más de área.

El aurinegro tiene la ofensiva más goleadora (19) y cuanta con delanteros de área como Junior, Affonso o Cavallini, pero tiene más “colaboradores” como Gastón Rodríguez, Dibble y el “Cebolla”.

Físico: corre y es fuerte.

Un punto alto de este Peñarol es su preparación física. Corre los 90 minutos, y ha dado vuelta partidos en la hora o los descuentos. El equipo tiene buena contextura física. Jugadores corpulentos.

Personalidad: la mano.

“Leo Ramos le dio carácter al equipo”, sostuvo Damiani. Y es, sin dudas, un logro del DT en la elección del once. Arias, Villalba, Nández, el “Cebolla” y Junior Arias, empujan y mucho.

Experiencia: es escasa.

La línea de cuatro es debutante clásica. Y el resto del equipo se basa en la experiencia del “Cebolla”, Nández o Guruceaga. Junior Arias y Affonso, también son “primerizos”.

Banco: opción de gol.

Leo Ramos no tiene tantas variantes de recambio. Tiene sí, jugadores de ofensiva y con gol, como Cavallini o Gastón Rodríguez (si no es titular) y el aporte de Dibble o Mier.

Así llega Nacional.

El tricolor venía haciendo una gran campaña en el Apertura. Llevaba seis victorias al hilo antes de jugar su partido postergado con River Plate en el Viera. Esa tarde, dejó sus primeros dos puntos, pero mantuvo el invicto. Lo dejó ante Boston River el sábado, sufrió su primera derrota en floja presentación.

Defensa: un bastión.

En siete partidos, Nacional había recibido solo tres goles. Se “cayó la estantería” ante Boston River, pero el fondo del tricolor sigue siendo uno de los bastiones del equipo. Tiene seis goles en contra.

Medio: tiene mixtura.

El tricolor tiene más volantes mixtos: “Colo” Romero y Arismendi aportan marca y contención, pero Viudez, Lozano, “Seba” Rodríguez son mixtos, y Ligüera, el último 10.

Ataque: dinámica.

Viudez por derecha, “Papelito” Fernández por el centro y Kevin por izquierda le dan dinámica al ataque tricolor, con un poste que juega y da pelea, como Hugo Silveira.

Físico: resistencia.

Jugó cuatro partidos en 10 días y con rotación incluída, Nacional mostró gran resistencia y preparación. Es muy parejo con su rival. Tiene palntel de estatura.

Personalidad: columna.

Nacional es un equipo maduro, con personalidad, y se afirma en su columna vertebral: Conde, Polenta, “Colo” Romero, y el propio Silveira. Es una alineación con mucha identidad tricolor.

Experiencia: más fogueo.

Un solo debutante clásico tendrá Nacional en el once inicial: Hugo Silveira. El resto, tiene experiencia clásica, son jugadores fogueados, hechos a la medida para esta clase de partidos.

Banco: saca ventaja.

Martín Lasarte cuenta con el mejor plantel del medio. En el banco de relevos tiene jugadores de peso, desnivelantes, y puede sacar ventaja: Martín Ligüera, Brian Lozano, Rodrigo Aguirre y el “Tata” González o Viudez, dependiendo de quién entre.

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