El colombiano la rompió en el táctico y está habilitado.

El colombiano Miguel Murillo impresiona por su físico, pero tiene solamente 22 años. Y es lógico que a esa edad y viviendo su primera experiencia lejos de su país, extrañe. Sobre todo en los primeros tiempos.

Por eso el "Polilla" Jorge Da Silva dijo, refiriéndose a su nuevo delantero, que era muy tímido y callado y que había que arroparlo y ayudarlo para que se integrara lo más rápido posible al grupo.

Cabe recordar que Murillo llegó a Montevideo el miércoles pasado bien temprano. Del aeropuerto a Los Aromos, revisación médica y al mediodía presentación en la sede.

El jueves sacó la ficha médica y se presentó a entrenar. El sábado concentró por primera vez con el grupo y compartió la habitación con Andrés Rodales. La idea de Da Silva es que fuera al banco ya en el debut frente a Cerro y que si era posible, sumara sus primeros minutos. El plan no pudo llevarse a cabo porque debido al feriado de Carnaval, las oficinas de la AUF estuvieron cerradas y por lo tanto el transfer no llegó.

En su presentación, mientras respondía a las preguntas de los periodistas, el delantero admitió que quería que su madre viajara lo antes posible. La señora ya sacó el pasaporte y la semana que viene llegará a Montevideo para acompañar a su hijo en su primera experiencia en el extranjero. Se acomodará con él en el apartamento en el que Murillo ya está viviendo en Punta Carretas.

En el trabajo táctico que se llevó a cabo ayer en Los Aromos, Murillo se destapó. Cumplió una muy buena tarea y anotó un par de goles. Seguramente está feliz porque la venida de su madre está próxima y, con el TMS que llegó ayer, se prepara para debutar.

PeñarolSILVIA PÉREZ