El sábado se embretó al decir que podía irse; ayer buscó culpables y admitió que el peor rival de Peñarol es Peñarol.

Jorge Da Silva volvió ayer a hablar ante los medios de comunicación y sus declaraciones fueron aún más controverciales que las del sábado pasado, cuando tras la derrota sufrida ante Wanderers anunció que no sabía si iba a seguir dirigiendo a Peñarol.

El sábado Da Silva se embretó solo, porque esta vez y contrariamente a lo que había sucedido en otras oportunidades con otros entrenadores, los directivos lo respaldaron.

"El otro día se generaron más especulaciones de lo que realmente era. Obvio que mi estado de ánimo no era el mejor ante una derrota que no esperábamos. Tras un partido en el que jugamos mal, el rival jugó muy bien y nos ganó en forma merecida. Lo que pasa es que hay una gran preocupación de lo que pasa en Peñarol. Y el hecho de que yo estuviera reunido con el presidente y con algunos dirigentes después del partido, y que nos quedáramos hablando un rato largo, generó mucha expectativa", arrancó explicando sobre la razón de su cambio de postura del sábado al domingo, cuando le anunció al presidente Damiani que estaba entero y que quería terminar su contrato para volver a irse campeón de Peñarol.

"Como dije, yo estaba muy tranquilo (aunque en la conferencia del sábado en el CDS no lo pareció), luego vinimos a Los Aromos y hablamos con los jugadores sobre el momento en que estábamos y que había que salir rápidamente", añadió el "Polilla", quien ayer mantuvo su único contacto semanal con los medios.

"Llamé a Juan Pedro el domingo a mediodía, habíamos quedado en hablar, y le manifesté que estaba entero y que de Peñarol quería irme campeón. Y sigo pensando lo mismo, creo que este plantel está para cosas importantes. Le dije que tenía toda la fuerza del mundo. Mi decisión no tuvo nada que ver con el resultado del partido de Nacional esa tarde. Todo genera polémica, se esperó al resultado del domingo para decir que yo había cambiado por eso. Nada que ver, yo tengo muy claro lo que quiero y lo que puedo hacer", enfatizó molesto con algunas versiones periodísticas que aseguraban que había cambiado de parecer tras la derrota de Nacional ante Liverpool.

"Tuve una reunión con el presidente y todos estaban esperando a ver si me echaban o si renunciaba. Eso es lo que se genera constantemente en Peñarol. Y después, los días posteriores hay una serie de comentarios que yo en mi casa los escucho y me río. Me río de las especulaciones que genera el periodismo, como esta, de que mi decisión cambió después del partido de Nacional. Y se lo pueden preguntar a Juan Pedro o si quieren les muestro la hora en el celular. Fue a las 12 o 12 y media. Es la manija de todo lo que se quiere generar en Peñarol", afirmó Da Silva y dijo que no eran los insultos de la hinchada lo que le molestaba.

"El sábado estaba muy golpeado anímicamente. Bajoneado, capaz que un poco cansado de la situación. No de la gente, a mí no me afecta para nada que la gente se enoje, porque sé que el fútbol es así y el hincha es así. Cuando no ganas, está molesto y se la agarra con el entrenador y algunos jugadores. Y cuando el equipo gana está feliz, se va contento. Eso no me cambia absolutamente nada, sí todo lo que se dice alrededor", manifestó refiriéndose a los periodistas y a la oposición.

"Todos sabemos lo que es la interna de la directiva de Peñarol. Todo eso le hace daño no sólo al plantel, sino al club, a mí no me cabe ninguna duda. Hay gente que quiere sacar provecho de los malos resultados y en lugar de sumar, resta. Pero eso también lo sabemos y a mí no me afecta porque ya lo he vivido en el club. Sé que ante la mínima adversidad hay una cantidad de comentarios buscando hacer mal. Lamentablemente, creo que Peñarol está así un poco porque desde adentro se genera ese mal ambiente", explicó.

"Hay mala leche porque miro, leo, escucho y hay análisis erróneos, como este que dijeron que mi posición había cambiado por el resultado de Nacional. ¿Por qué dicen eso? ¿Por qué lo suponen? ¿porque genera polémica? Cuando uno ve cosas que están afuera de la realidad se da cuenta que no hay información, que no hay análisis, que es mala leche", insistió.

Al final, fue consultado sobre el rival del domingo: "Hoy el peor rival que tiene Peñarol es Peñarol. Si encontramos tranquilidad y confianza, estamos en condiciones de ganar. Si entramos como el otro día puede ser un partido durísimo. Boston River ha demostrado que viene creciendo, tiene buenos jugadores y está bien trabajado".

PEÑAROLSILVIA PÉREZ