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Carballo, el pibe que jugó para quedarse

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Carballo. El juvenil jugó un gran partido con y sin pelota. Le sobra personalidad. Foto: Fernando Ponzetto

Hizo de doble cinco junto a Porras, marcó, pasó y hasta se animó a irse al ataque en varias oportunidades.

Gustavo Munúa tiene varias razones para estar tranquilo. El entrenador tricolor armó un plantel con jugadores que hasta el momento, respondieron satisfactoriamente cuando fueron llamados a actuar y darle una mano al equipo.

En partidos anteriores, el técnico tuvo que apelar a las variantes en la última línea. Las lesiones de Erick Cabaco y Diego Polenta primero, las paperas que dejaron a Sebastián Gorga afuera del partido frente a Palmeiras después, obligaron a los cambios en la zaga y los futbolistas que tuvieron que ingresar, no fallaron.

En San Pablo, Gorga iba a ser el compañero de zaga de Mauricio Victorino y a último momento, Munúa tuvo que poner a Sebastián Eguren como zaguero central. El tricolor ganó 2-1 de visitante.

En ese mismo encuentro, el entrenador vio cómo le expulsaban a Jorge Fucile y mandó a Santiago Romero a jugar por el lateral derecho, posición que el "Colo" ya conoce muy bien y que anoche repitió en el Gran Parque Central.

Fue también en San Pablo donde Munúa, tras la expulsión de Fucile, le dio ingreso a a Felipe Carballo en lugar de Leandro Barcia ya que Romero pasaba al lateral.

Y allá fue el pibe a la cancha. Entró con el equipo ganando 2-0 en el Allianz Parque y fue clave para el triunfo de los tricolores.

Anoche, el técnico le volvió a dar la confianza a Carballo. Fue titular por primera vez en la Copa, se repartió la mitad de la cancha junto a Gonzalo Porras y jugó un partidazo.

Ordenado, el juvenil de 19 años se mostró como si ya tuviera 10 años en el primer equipo tricolor.

Ya en los primeros minutos demostró estar muy concentrado en su juego. No le pesó el partido, tampoco la circunstancia: Copa Libertadores de América y un Gran Parque Central repleto.

Carballo no solo fue eficaz en la marca, sino que además tuvo un alto porcentaje de pases acertados y también, cuando el partido se lo permitió, se volcó al ataque haciendo valer su condición de volante mixto.

En el complemento, su tarea lo obligó a marcar más de lo que jugó y el tricolor terminó sellando un gran triunfo como local ante toda su gente para treparse nuevamente a la punta del Grupo 2 de la Copa.

Munúa le dio la confianza a Felipe Carballo, el pibe que volvió a jugar como para quedarse en el equipo titular de Nacional, pero sobre todo, para demostrar que tiene mucho para darle al tricolor.

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Carballo. El juvenil jugó un gran partido con y sin pelota. Le sobra personalidad. Foto: Fernando Ponzetto

COPA LIBERTADORESENRIQUE ARRILLAGA

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