El sexto y último refuerzo aurinegro todavía no es muy consciente de que va a entrenar junto a Diego Forlán.

Los últimos días fueron de mucha ansiedad para Maximiliano Olivera. Faltaba cada vez menos para arrancar el torneo Clausura y él seguía sin saber si iba a seguir capitaneando a los bohemios o si se iba para jugar en Peñarol.

Es más, hace tres días atrás aclaró en su cuenta de Twitter que todavía no se había concretado nada y que seguía siendo jugador de Wanderers. Lo que el lateral izquierdo quería era que la situación se definiera de una vez por todas. "Sólo restan detalles, pero está casi todo acordado para que sea nuevo jugador de Peñarol. Muchas gracias a todos por los mensajes!!", escribió ayer "Maxi", esta vez confirmando que pasaría al equipo de Jorge Da Silva.

Sin embargo, el estado de ánimo de Olivera no era de gran euforia. Es que según le dijo a Ovación, tenía sensaciones de dos tipos. "Por un lado estoy muy contento porque sé que este es un paso muy importante en mi carrera; y por otro lado un poco triste por dejar Wanderers que es como mi casa", reconoció el futbolista que cumplirá 24 años en próximo 5 de marzo.

"Seguro que voy a extrañar a la flaca Ivonne, al Cani y a todos mis compañeros", afirmó refiriéndose a los utileros bohemios. Es que Olivera llegó al club del Prado con solo 12 años para jugar en la Octava División.

Arrancó el baby fútbol en el Ciclón a los 5 años y a los nueve se fue para River Plate de AUFI. Tres años más tarde, su técnico en el equipo darsenero, Luis Ruiz, se fue para Wanderers y lo llevó con él. Hizo todas las divisiones formativas bohemias hasta que en febrero de 2011 debutó en Primera División de la mano de Daniel Carreño.

"Ahora lo que más quiero es tener la posibilidad de jugar. Sobre todo teniendo en cuenta que el año que recién empieza es muy importante para Peñarol, con la Copa Libertadores, el torneo Clausura y la presentación del estadio. Sé que es algo histórico, espero jugar y disfrutar de todo eso", se ilusionó.

"Creo que no soy consciente de todo lo que se viene. Por ejemplo, dentro de unas horas ya voy a estar entrenando con Diego Forlán. ¡Y yo lo veía por televisión!", reconoció.

Con Olivera, los aurinegros matan dos pájaros de un tiro. Cabe recordar que se estaba buscando un zaguero joven y el bohemio cumple las dos funciones sin inconvenientes.

"Llegué a Wanderers siendo lateral izquierdo, pero cuando estaba en Sexta División me cambiaron y pasé a jugar como zaguero izquierdo y jugué allí la mayor parte de las formativas. Incluso, cuando debuté en Primera con Daniel (Carreño), lo hice jugando de zaguero en una línea de tres. Y en la selección, en los campeonatos de preparación, me tocó jugar tanto de lateral como de zaguero", contó el nuevo futbolista carbonero.

"Ahora llevo varios años jugando como lateral izquierdo, que es lo que más me gusta porque me encanta irme al ataque, pero de zaguero también lo tengo muy claro porque en las dos posiciones jugué mucho tiempo", agregó quien anotó diez goles con la camiseta de Wanderers: uno en Copa Libertadores y nueve en el campeonato local. El más importante fue el zurdazo aquel frente a El Tanque en Florida con el que le dio el título del torneo Clausura a su equipo el 18 de mayo de 2014.

"Maxi" sigue viviendo en Brazo Oriental, donde se crió junto a sus padres Ema y Luis. Y por ahora no está en sus planes mudarse. Se siente muy cómodo viviendo con sus progenitores, quienes estaban tan ansiosos como él.

Brazo Oriental está convulsionado. En los últimos días no había quién no le preguntara si se había concretado el pase a Peñarol. Y su celular no paraba de sonar. Eran sus amigos "manyas" preguntándole si se hacía. Fue a los primeros a los que les avisó cuando le confirmaron el tema.

Entre sus amigos también hay hinchas de Nacional, pero como la amistad es más fuerte, también lo felicitaron. Aunque tuvo que soportar alguna que otra broma.

Olivera se reencontrará en Peñarol con tres futbolistas que fueron compañeros suyos en Wanderers: Maximiliano Rodríguez, Nicolás Albarracín y también Nicolás Freitas. "Tengo muy buena relación con ellos y espero que eso me ayude en la adaptación, me haga las cosas más fáciles", dijo esperanzado. Albarracín ya se puso en contacto con él. "Nico me llamó y estuvimos hablando. Se puso muy contento y me estuvo contando muchas cosas de Peñarol".

PeñarolSILVIA PÉREZ