Suárez visitó a niños con cáncer de la Fundación Pérez Scremini, los sorprendió y se emocionó con ellos. Descubrí el costado más humano del "Pistolero" y cómo lo vivió.

Esta vez no hizo un gol ni celebró besando los tatuajes que representan a Sofía, su esposa, y sus dos hijos, Delfina y Benjamín. Tampoco vestía de futbolista, pero generó en ellos las mismas emociones que en ese instante mágico del fútbol, cuando la pelota infla la red. Lo recibieron con sorpresa y admiración, y como recompensa se llevó el reconocimiento auténtico.

La versión más terrenal del "Pistolero" Luis Suárez, fue protagonista ayer de una de esas historias que conmueven: como padrino de la Fundación Pérez Scremini, que atiende a niños con cáncer en el Centro Hospitalario Pereira Rossell, visitó a un centenar de niños y se emocionó en dos horas y media cargadas del contenido humano más puro.

Suárez, que desde hace 10 días se encuentra en Uruguay, había programado para ayer una visita a la fundación, de la que es padrino desde 2014. El primer objetivo era regalarle a Mateo, uno de los chicos que están en la Pérez Scremini, la camiseta que le había prometido en una teleconferencia, meses atrás. Luego, conocer la fundación y compartir con cada uno de los 90 chicos que están en el ambulatorio y los 15 internados. Habló con todos. Y disfrutó de cada historia, incluida la de un coterráneo suyo sometido a un transplante de médula ósea, internado, al que le preguntó de qué club era en Salto; le respondió de Albion y le comentó que está por bajar. Antes de retirarse, el niño le pidió un autógrafo. Suárez lo firmó con una dedicatoria: "Aguante el Albion".

Consultado sobre la experiencia que vivió ayer, Luis Suárez dijo a Ovación: "Fue espectacular. Desde que Ney (Castillo) nos propuso (el padrinazgo) nos encantó y no dudamos. Teníamos pendiente la visita, que hoy (ayer) hicimos y disfrutamos el trato de ellos hacia nosotros tanto a mí como a mi mujer". Consultado Suárez sobre lo que más le impactó, manifestó: "La atención que me prestaban los niños. La verdad nunca me imaginé que me escucharan de esa forma y que con sus miradas, me dijeran: Sí, te vamos a hacer caso". Luego agregó: "Soy padre, tengo dos niños y cuando me pongo en la piel de los padres, me enorgullece la fuerza y valentía con que afrontan algo así".

Suárez explicó que los familiares fueron los que más le agradecieron, porque para ellos "tener un mensaje alentador es bueno", y subrayó que "los campeones son ellos por tener ese valor para poder salir adelante, porque estoy convencido que fuerte son todos".

Reconoció el "Pistolero" que hablaron de sus festejos, hicimos bromas y definió esos instantes como "algo increíble". "Después fuimos al sector en el que había algunos ingresados (internados) y al verle la cara cuando nos veían, nos emocionábamos hasta nosotros... ¡así que imagínate como pasamos!".

"Es positivo valorar todo lo que nos da la vida y poder salir adelante siempre de cualquier situación. Estos niños son un ejemplo", manifestó a Ovación.

"PISTOLERO"

Suárez permanecerá 10 días más en Uruguay. El día 15 comienza la pretemporada.

El 23 de diciembre, hizo 500 canastas de Navidad al Pereira Rossell.

EL PADRINO DE LA FUNDACIÓN.

En agosto de 2014, Luis Suárez sufría aún la suspensión de FIFA, que le impedía jugar en Barcelona, además de la selección, cuando recibió la propuesta de Ney Castillo, médico que dirige el Servicio Hemato-Oncológico Pediátrico del Centro Hospitalario Pereira Rossell y es la cara visible de la Fundación Pérez Scremini, para que junto a su esposa Sofía, se transformaran en padrino y madrina de la fundación. Una charla en Barcelona para interiorizarse en la actividad de la fundación y las preguntas de rigor, para conocer qué implicaba su padrinazgo, desembocaron en el acuerdo. Finalmente, en setiembre del año pasado, en el marco de un convenio que el Hospital San Juan de Dios de Barcelona y la fundación firmaron en la capital catalana, se oficializó el vínculo de Suárez y desde entonces lideró diferentes acciones, las primeras en forma virtual, porque se encontraba en España, y ayer la primera presencial, en un evento que reunió a más de 100 niños que son atendidos por la fundación.

Fútbol y solidaridadLUIS EDUARDO INZAURRALDE