BARCELONA CAMP

La academia del Barcelona en España fue la que moldeó al que hoy es uno de los mejores jugadores del mundo.

Llegó desde su Rosario natal con 13 años y un millón de sueños en su cabeza. Aquel pequeño con pinta de crack tenía la oportunidad de su vida que le podría cambiar el futuro.

Habilidoso con y sin la pelota. Velocidad y gambeta en un frasco muy chiquito, pero con una calidad pocas veces vista. Tal fue el apuro de Barcelona por contratarlo que Carles Rexach firmó su compromiso en una servilleta. Estaba decretado: Lionel Messi iba a ser jugador de Barcelona y lo sería por siempre porque esa gambeta no dejó nunca los colores blaugranas que lo acompañan hasta hoy en día y que lo convirtieron en un crack.

Sin duda que es uno de los valores más prolíficos que sacó Barcelona de su cantera y es lo que lo ha llevado a formar parte desde chico de un club que lo arropó y le dio todas las herramientas para transformarse en el jugador que es hoy en día.

“Yo llegué de muy pequeño y crecí acá. Llevo más años acá que en Argentina, me hice como persona con los valores de la Masía, yendo al colegio con los compañeros del fútbol”, expresó Lionel Messi en una entrevista con el sitio oficial de Barcelona. Aunque su paso por La Masía fue un simple compromiso ya que lo superó en solamente tres años.

Disputó un solo encuentro con el Infantil B y cuando jugaba el segundo sufrió la fractura de su peroné.

Lo cierto es que habiendo jugado un partido entero y muy poco del otro, Messi ya había demostrado que tenía una gran calidad y al regresar de la lesión ya estaba participando del plantel del Infantil A.

Mientras avanzaba por el Cadete A, Juvenil B, Juvenil A, Barcelona C y Barcelona B, Lionel Messi seguía demostrando lo que sabía hacer y que sin duda potenció estando allí para transformarse en la figura que es hoy en día dentro del campo.