Por sexto partido consecutivo en el certamen el bohemio mantuvo el cero en su arco. Esta vez fue ante Junior de Barranquilla, lo que le permitió llegar hasta los penales. Allí cayó 4-3 y su camino se terminó en octavos de final. Fue el uruguayo que llegó más lejos.

Lástima. Wanderers se fue invicto y sin que ni siquiera le hicieran un solo gol en los seis partidos que disputó por la Copa Sudamericana.
Lástima. Los primeros planos de los minutos finales la transmisión de Fox Sports eran casi un homenaje para el titánico esfuerzo de Wanderers: bajo el agobiante calor húmedo de Barranquilla, transpiraban sufrimiento los rostros agotados de los mismísimos colombianos.

Lástima. Porque, es cierto, el Junior copó el mano de la pelota y la ocupación de la mayoría de los espacios de la cancha. Es más, en el segundo tiempo, aunque el dominio local no fue asfixiante, pues tenía la posesión en forma casi hegemónica pero no acorralaba al visitante contra su área, Toloza reventó dos pelotazos en los caños; uno, incluso, cuando no faltaba prácticamente nada para llegar a los 90’ reglamentarios. Sin embargo, Wanderers se las ingenió -o se revolvió- para forzar la definición de penales, algo que podía verse como poco probable después de no haber pasado del empate en el Franzini una semana antes.

Lástima. Porque Wanderers, que no se cerró atrás ni le pegó para cualquier lado, al extremo de que Burián salió jugando con el pie y por abajo aún en situaciones relativamente apremiantes, casi no llegó al arco rival por su reconocida tibieza atacante, pero a los 89’ Queiroz no supo capitalizar un contragolpe solitario que bien pudo haber decretado un triunfo que hubiera sido impactante.

Lástima. Porque una vez ejecutados tres penales por cada lado, Wanderers ganaba 3 a 2; pero…no hay caso, su falta de contundencia aparece hasta en los remates desde los doce pasos: Viera le atajó a Verges, el tiro de Rivero rebotó en el travesaño y Junior, con el gol de Toloza, el mismo de los dos bombazos en el caño, ganó de atrás y dejó a Wanderers afuera de la Copa Sudamericana; sin que haya recibido un gol en seis partidos, pero habiendo convertido sólo dos ante el Zamora venezolano.´

Lástima, por último, porque también es cierto: el resultado fue justo con el equipo que estuvo más cerca de la victoria en el tiempo reglamentario, y hasta le faltó algo de fortuna, acaso; pero llegó un momento que pareció que Junior atacaba por inercia, sin rebeldía, como si aceptase el control que le imponía Wanderers, el del esfuerzo titánico, al punto de que en los minutos finales hasta sacó a Martínez y Santos, sus mejores figuras, porque estaban extenuados.
Lástima. O una pena máxima.

Estadio: Metropolitano
Árbitro: Roberto Tobar (Chile)

Junior: Viera; Vélez, Balanta, Toro, Gutiérrez; Hernández, Serje, Sánchez, Domínguez (60' Toloza); J. González (73' Rangel) y Obelar. DT: G. Hernández.

Wanderers: Burián; Gómez, Díaz, Barboza, Rivas; S. Martínez (82' Queiroz); Santos (71' Gaspari), Colombino; Castro (85' Vergés), Rivero; y Blanco. DT: G. Machado.

Amarillas: Serje, Balanta y Gutiérrez (J). Barboza, Colombino y Gómez (W)

Hernández (gol): Junior 1-0
Blanco(gol): Wanderers 1-1
Obelar (gol): Junior 2-1
Gómez (gol): Wanderers 2-2
?Sánchez (palo): Junior 2-2
Gaspari (gol): Wanderers 3-2
Rangel (gol): Junior 3-3
Vergés (atajado): Wanderers 3-3
Toloza (gol): Junior 4-3
Rivero (travesaño): Wanderers 3-4

JORGE SAVIA

COPA SUDAMERICANAJORGE SAVIA