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No lo van a perdonar jamás

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Fue de las emociones más grandes que viví como periodista y uruguayo. Aquella tarde del 19 de junio de 2014 quedará por siempre en mi memoria. Será inolvidable. 

Fue el regreso de Luis Suárez a la Celeste después de su operación de meniscos casi en la partida hacia el Mundial de Brasil. Y fue, por supuesto, su mayor momento de gloria, porque volvió en su mejor versión. La de crack, la de goleador insaciable, la de un jugador formidable.

¡Y justo contra Inglaterra! Nada más, ni nada menos. Pero claro. Luis jamás imagino que aquella tarde y aquellos dos goles, le iban a perseguir por siempre. Porque no sólo significaron el triunfo de Uruguay, sino también la eliminación de Inglaterra del Mundial.

Vaya casualidad. A partir de ese momento, Suárez (más allá de sus errores) fue perseguido día y noche por la prensa inglesa y por los ingleses, que no le perdonarán jamás haber eliminado a su selección de la Copa del Mundo 2014.

Pruebas al canto. Volvió a Inglaterra, liquidó al Manchester y como por arte de magia apareció un video "mordiendo". ¿Hasta cuándo? Paren la mano.

Desde el arco

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