Algo pasa. Porque los número nueve parecen estar destinados al fracaso en el Barcelona que comanda Lionel Messi. Y no digo que haya mala intención del argentino, nada que ver, apunto que han pasado varios, y no han rendido, mientras que antes o después, se lucieron o se destacan en otros clubes.

Ibrahimovic, goleador de raza, pasó con más pena que gloria por el Barcelona y se tuvo que ir en busca de otros horizontes.

Con el chileno Alexis Sánchez pasó algo similar. Llegó con toda esa aureola de los grandes artilleros, pero le costó hacerse un lugar y su rendimiento no fue el mismo, por ejemplo, que en la selección. También tuvo que dejar el Barcelona después de tres años sin rendir como en otros clubes. Hoy es una de las figuras del Arsenal.

Hoy, el que parece pasar por lo que pasaron sus antecesores es Luis Suárez. No es el mismo que en la selección, ni siquiera es el rompe-redes del Liverpool, le está costando más de la cuenta entrar en el sistema catalán.

¿Jugar junto a Messi será el karma del los goleadores? El tiempo dirá, pero hasta ahora, los nueve que pasaron por el Barcelona, se fueron por la puerta de atrás.

Desde el arco