El DT bohemio Gastón Machado se molestó con el árbitro y con lo que dejó pegar en el encuentro ante Nacional que terminó con derrota por 3-1.
Wanderers movió la pelota de un lado a otro y nunca perdió su línea de juego, aún en los peores momentos. Así, dejó en un segundo plano el trajín que arrastra de la doble competencia —el miércoles jugó un partido muy exigente contra Junior— y fue fiel a lo que pregona.
En el vestuario bohemio había decepción por el resultado y molestia por el arbitraje de Christian Ferreyra, principalmente por dos situaciones: por lo que dejó pegar al rival y el mal uso de las tarjetas.
Reclaman la reiteración de faltas de Diego Arismendi y la roja a Martín Ligüera, cuando el árbitro lo amonestó. "No es fácil estar bien cuando los fallos no son lo que tienen que ser y por encima de todo tienen aspectos decisivos en el desarrollo del partido", declaró el DT Gastón Machado, quien agregó que "ahora quedamos concentrados, vamos a bajar revoluciones y tratar de ser lo más equilibrados por el objetivo que tenemos entre semana, pero ahora, por encima de todo, prima la calentura e indignación. No nos podemos quedar callados ante injusticias que vio todo el mundo en la cancha".
El bohemio terminó con varios jugadores sentidos. Lo más visible fue lo de Gastón Bueno y lo de Santiago Bellini, que finalizó el partido con un codazo en la nariz y el empeine inflamado.
WANDERERSJUAN PABLO ROMERO