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Gustavo Munúa encontró la fórmula

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Nacional
PAULO WHITAKER

Nacional jugó otra vez en gran nivel como visitante en la Copa Libertadores de América.

Con estos jugadores voy a la Guerra", suele repetir Gustavo Munúa en sus conferencias de prensa. Y el miércoles en el Allianz Parque de San Pablo quedó demostrado una vez más que los futbolistas de Nacional están plenamente identificados con la idea que propone el entrenador.

Rosario había marcado el inicio del camino en la Copa Libertadores de América para un equipo que año a año, en cada participación, suele ilusionarse con la cuarta conquista de este torneo.

Tras el empate con River, aparecieron algunas dudas y críticas hacia el equipo, pero San Pablo quedará marcado como uno de los mojones más importantes de los tricolores en esta Copa.

Es que el equipo de Munúa tuvo una muy buena performance desde el punto de vista táctico, se sobrepuso a las adversidades que debió afrontar en la previa y en durante el partido.

"El equipo jugó muy bien tácticamente cuando quedó con 10. Pusimos nervioso a Palmeiras, porque no nos pudieron entrar y eso nos dejó más que conformes", dijo el entrenador, quien agregó que "jugamos un partido de 100 minutos. Nunca me había pasado".

Las situaciones del encuentro ante Palmeiras dejaron en claro que nuevamente Nacional llegó de punto y terminó siendo banca de visitante. "Es un orgullo dirigir a estos jugadores. Es impresionante lo que transmiten y lo que dejan por esta camiseta", remarcó el técnico albo.

El camino en la Copa es largo y todavía restan tres partidos para cerrar el Grupo 2, pero Gustavo Munúa demostró el miércoles que encontró una gran fórmula.

1 - Munúa planteó otra vez un partido inteligente.

El entrenador de Nacional volvió a demostrar que este equipo está hecho a medida para este tipo de partidos por Copa. Tal como lo hizo en Rosario, Munúa estudió a Palmeiras, vio dónde podía atacar al equipo brasileño y sus jugadores respondieron rozando la perfección táctica.

2 - El juego de Nacional fue clave para quedarse con el triunfo.

De visitante, ante un poderoso rival que demostró ser más en los papeles que en la cancha, Nacional sacó a relucir tal vez no su juego más vistoso, pero sí el más efectivo, ya que los tricolores fueron regulares en todas sus líneas y, sobre todo, minimizaron las virtudes de un flojo equipo de Palmeiras.

3 - La solidaridad de los que fueron titulares y de los que entraron.

Desde el primer minuto, jugadores de Nacional se brindaron por y para el equipo. Defendieron en bloque, las dos líneas de cuatro estuvieron bien paradas y en ofensiva supieron encontrar espacios para la contra. Además, los que ingresaron aportaron lo suyo, sobre todo Felipe Carballo en la mitad del campo.

4 - La rebeldía del plantel fue otro punto alto para salir adelante.

Nacional venía golpeado, con cuatro partidos sin triunfos. Viajó a San Pablo con Cabaco suspendido y Polenta (el capitán) lesionado. El día del partido, Gorga quedó desafectado (se le diagnosticó paperas) y Munúa tuvo que improvisar en la zaga. El plantel respondió, tuvo rebeldía y consiguió un gran triunfo.

5 - La cuota de gol apareció y el tricolor fue contundente.

En dos anteriores partidos, Nacional había tenido problemas en el puntillazo final. El gol no aparecía y eso tenía preocupado a Munúa. El miércoles en San Pablo el tricolor tuvo un gran porcentaje de efectividad. En el primer tiempo llegó tres veces y convirtió dos tantos. Le bastó para ganar el partido.

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