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Tan campante:Gregorio en Santa Fe

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Foto: archivo El País.

Lejos de pensar en el retiro, el técnico estaba convencido de que iba a volver pronto a dirigir y que sería en un equipo grande.

Gregorio Pérez ha vuelto a dirigir y está feliz en Independiente Santa Fe. La llamada del presidente César Pastrana fue “un masaje al alma” para el técnico que cumplirá 70 años el próximo mes de enero. Lejos de sentirse retirado, Gregorio le aseguró a Ovación que tenía el pálpito que iba a volver a las canchas y que lo haría en un club grande, como obviamente es Santa Fe.

En Colombia nadie se sorprende con la edad de Gregorio, al contrario. Allí se respeta mucho la experiencia y la trayectoria de los entrenadores y son varios los veteranos que dirigen en Primera División. Un ejemplo, Francisco Maturana, de 68 años, está al frente de Once Caldas. El argentino Miguel Ángel Russo, con 62 años, dirige Millonarios; Reinaldo Rueda, con 60, está al frente de Nacional y otro uruguayo, Julio Avelino Comesaña, con 69 años es el técnico de Junior. Fernando Castro, por su parte, con 68 años, es el entrenador de Bucaramanga. Y no son los únicos.

“Yo palpitaba que algo de esto iba a pasar, será por la gran pasión que tengo por el fútbol y por esta profesión. La llama siempre está viva y yo esperaba con mucha expectativa una oportunidad como esta. Sabía que iba a volver a trabajar, no imaginaba que en Colombia aunque el paso que tuve por Tolima, tan corto y problemático, me permitió mostrar mi forma de trabajar y de ser. Y dejar un buen recuerdo. No voy a mentir, esto fue un masaje al alma para mí. Que una institución de esta envergadura nos dé esta posibilidad, no es poca cosa. Le doy un gran valor. Después de tantos años en esto, ha sido muy gratificante. Me siento actualizado y muy entusiasmado”, contó Gregorio, quien a pesar de que estaba convencido que le iba a llegar una oferta como la del equipo colombiano no dejó se asombrarse cuando apareció la propuesta.

“Pero todo fue tan rápido que me sorprendió un poco. Cuando el presidente me llamó me dijo que al único técnico que había llamado era a Dudamel, quien había tenido un pasaje como arquero en el club y fue ídolo. Pero Dudamel le dijo que iba a seguir en la selección de Venezuela. Entonces me dijo que de todas las carpetas y ofrecimientos que tenía sobre su escritorio, el nombre que le interesaba era el mío. Arreglamos todo muy rápidamente y al otro día ya viajé”.

Tránsito.

Gregorio todavía está instalado en el hotel donde concentra su equipo cuando juega en Bogotá, pero en los próximos días se mudará a su apartamento en el barrio Chicó Norte, a una media hora del estadio El Campín. “Casi no hemos salido, vamos y venimos del entrenamiento, nada más. El complejo donde entrenamos queda en una zona adyacente a la ciudad y demoramos una hora y media para venir y lo mismo para volver. Bogotá es una ciudad muy grande y no hay que olvidarse que acá hay 12.000.000 de habitantes. El tránsito es muy pesado, agobiante, a veces vamos a paso de hombre. Más en las primeras horas de la mañana”, contó el técnico, quien no pudo ocuparse de otros asuntos porque tenía que preparar al equipo para el partido por la Copa Sudamericana frente a Fuerza Amarilla de Ecuador, disputado la semana pasada.

Independiente consiguió un empate de visitante. Un buen resultado, que cobra aún más valor teniendo en cuenta que Gregorio había llegado 15 días antes y había realizado solamente once entrenamientos. Y no había podido jugar ningún amistoso antes del mencionado partido.

“Tengo mucha fe en este grupo, pero falta trabajo y ponerse en forma. Quiero rescatar la nobleza y entereza con la que se jugó”, admitió Gregorio tras su debut en el banco de Santa Fe.

De primera.

“Encontramos un equipo grande, que ha crecido mucho y que tiene una gran cantidad de hinchas. Acá en Bogotá hay dos equipos: Millonarios y Santa Fe. Encontré un club muy organizado, con un complejo que tiene muy buenas canchas y eso es clave para desarrollar un buen trabajo. Este es un club que tiene todo. No falta nada. Tiene un presidente muy ejecutivo y que sabe muchísimo de fútbol. Tiene un conocimiento profundo no sólo del fútbol colombiano sino también internacional. Es una persona que trata de satisfacer todos nuestros requerimientos. Y se cumple con todo lo pactado, eso te da una gran tranquilidad para trabajar. La verdad que se ha generado una gran expectativa respecto al futuro del equipo”, relató. Tras la llegada del técnico uruguayo, el equipo hizo una especie de mini pretemporada en una zona termal rodeada de cerros. “Hicimos algunos ajustes físicos y fútbol entre nosotros, teníamos que preparar el equipo para jugar en Guayaquil por la Copa. Lo que más necesitábamos era conocer al plantel e ir formando el equipo para ese partido que no fue bueno, pero llegamos sin un amistoso, solo haciendo reducidos entre nosotros y además, los jugadores venían de unas vacaciones muy prolongadas porque no clasificaron a la fase final del torneo. Y luego se les extendió la licencia hasta definir lo del nuevo técnico”, explicó.

Ahora el entrenador deberá enfrentar una seguidilla de partidos, desde el 9 del mes próximo cuando comience el torneo local. El debut local de Gregorio y su cuerpo técnico no será sencillo: deberán enfrentar al actual campeón, Atlético Nacional. Y luego tendrán el partido de vuelta contra Fuerza Amarilla que será el 25.

“Empieza el torneo Águila y la Copa Colombia donde participan todos los equipos y nosotros entramos en los octavos de final directamente. Desde el 9 hasta fines de agosto jugamos 14 partidos, incluida la revancha frente a Fuerza Amarilla por la Copa Sudamericana, por eso necesitamos conformar un plantel competitivo. Estamos trabajando para potenciarlo en las diferentes líneas, pero acá la prioridad siempre es que los jugadores sean colombianos”, señaló Gregorio quien está muy conforme con la entrega de sus nuevos futbolistas.

“Ya lo había comprobado durante mi corto pasaje por Tolima, el futbolista colombiano es muy profesional. Tiene una gran entrega y mucha entereza. Tiene muy buena técnica, es muy respetuoso y es además una persona cálida y solidaria”, aclaró Gregorio, quien es consciente que no sólo su breve pasaje por Tolima fue lo que le abrió las puertas de Independiente. También el pasaje de otros uruguayos, sobre todo Gerardo Pelusso, quien ganó la Copa Sudamericana con Santa Fe hace dos años.

“Gerardo acá ha dejado una marca muy importante. No sólo en el club sino en el fútbol colombiano. Se le quiere muchísimo”, dijo Gregorio. “La noche antes de venirme hablé con él. Tenía la necesidad de hacerlo, más allá de la gran amistad que tenemos. Me brindó muchísimos detalles de lo que vivió acá, me puso al tanto de muchas cosas que yo lógicamente desconocía de este club”.

Con respecto a cómo jugará su nuevo equipo, Gregorio se mantiene fiel a sus principios pero también aprovechará la calidad de los jugadores con que cuenta. “Todo es muy dinámico, pero no he cambiado. La base de mi propuesta de juego es la misma. Trato de que el equipo presione, que recupere la pelota, que juegue bien. Que pase rápido de defensa a ataque, que la transición sea rápida. Que los futbolistas sepan donde deben recuperar la pelota cuando la pierden, y que vuelvan rápido para agruparse y quitar espacios. Trataremos de tener fútbol por afuera, con desbordes y desdobles de los laterales. Pero no todo tiene que ser tan vertiginoso, el equipo también tiene que tener pausa. Lo que quiero es un equipo con equilibrio. Todos esos son aspectos que nosotros entendemos que son muy necesarios en el fútbol de hoy. Acá, los jugadores están muy bien dotados técnicamente y eso hay que aprovecharlo. Además, el torneo es muy competitivo”, explicó.

“Lo bueno -destacó Gregorio- es que tenemos la posibilidad de conformar el plantel, algo que siempre muy importante para un técnico. Un plantel que tiene muy buenos jugadores y para el que vamos a incorporar otros que están relacionados con lo que yo pretendo que el equipo haga en el terreno”.

Extraña a los nietos pero también disfruta.

Gregorio se había acostumbrado a estar a diario con sus cuatro nietos, y obviamente los extraña, pero el hecho de que ahora haya vuelos diarios a Bogotá facilita las cosas. Seguramente, ahora en las vacaciones de julio viajarán a visitarlo. Mientras tanto, aprovecha a disfrutar de la cultura colombiana. “La cocina acá es muy buena, hay mucho cerdo, cordero y pavo. Pero lo que más me llama la atención y disfruto es de la gran variedad de frutas y verduras. Este es un país que tiene una cantidad de frutas que no llegan a Uruguay y que hasta a veces uno no las conoce. No sólo son ricas y gustosas sino que son alimentos muy importantes”.

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Foto: archivo El País.

COLOMBIASILVIA PÉREZ

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