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La gloria en cinco pasos

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Plaza Colonia celebró el título del Clausura en el Campeón del Siglo. Foto: Marcelo Bonjour

Las razones que explican por qué Plaza Colonia se quedó con el Torneo Clausura.

Leodán González lleva sus brazos al cielo, pita y el Campeón del Siglo queda en absoluto silencio por primera vez desde su inauguración. Los únicos ruidos provienen de la Tribuna Gastón Guelfi. Allí, unos mil fanáticos "Patas Blancas" se abrazan bajo una incesante lluvia. Es que Plaza Colonia hizo historia: le ganó a Peñarol en su nuevo estadio, se quedó con el Clausura a falta de una fecha y se aseguró un lugar en la definición del Uruguayo.

Los jugadores corren y se toman la cabeza. Algunos se arrodillan y miran el cielo. Otros salen disparados hacia el tejido donde se encuentra su parcialidad. Lo único que repiten todos son las lagrimas. La emoción de un departamento se reduce en ese plantel que se había planteado como principal objetivo salvarse del descenso.

¿Batacazo? Sí, claro. El presupuesto de todo Plaza Colonia (contando formativas, Primera e infraestructura) ronda los U$S 65.000 mensuales, lo que perciben algunas de las máximas figuras de los grandes. ¿Histórico? También, porque hace poco más de un año este mismo equipo se encontraba en la "B" y peleando para no bajar a la Segunda B Amateur. ¿Sorpresa? También... ¿por qué no? Pocos podían imaginar este desenlace, incluso cuando pasaban las fechas, se mantenía en la punta y todos esperaban que se cayera.

Sobran los motivos para entender por qué Plaza fue el mejor equipo de este Torneo Clausura. Ni las irregulares campañas de Peñarol y Nacional opacan esta hazaña que quedará marcada en la historia del fútbol uruguayo. Como Rocha, en 2005, el interior vuelve a demostrar que tiene material para hacerle fuerza a los equipos de la capital. Casi que en el anonimato, con muchísimos menos recursos que la mayoría de los clubes, se llevó el título.

Premio a los dirigentes, al cuerpo técnico, funcionarios y jugadores que se enfocaron en elevar la vara y tratar de disimular las carencias. Este campeón tuvo todo: hambre de gloria, mezcla de jugadores grandes con jóvenes, lineamientos claros y sentido de pertenencia.

1-Chapa: le ganó a los dos grandes

Si algo quedará marcado en esta campaña de Plaza es que bajó a los dos equipos grandes. En la cuarta fecha, en el Estadio Suppici, venció a Nacional por 2 a 0 con goles de Nicolás Dibble y Mathías Olivera en contra. Ayer, en la fecha número 14, derrotó a Peñarol por 2 a 1 en el Estadio Campeón del Siglo con goles de Nicolás Milesi y Alejandro Villoldo. El equipo de Eduardo Espinel le ganó a los rivales directos.

Plaza. Los jugadores apostaron una vaquillona al DT. Foto: Marcelo Bonjour
Plaza. Los jugadores apostaron una vaquillona al DT. Foto: Marcelo Bonjour

2- A todos lados: viajes y canchas

A diferencia de los grandes, como habitualmente sucede, los equipos denominados chicos o en desarrollo recorren absolutamente todas las canchas sin importar el estado del campo de juego ni el nivel de los vestuarios. Encima, en el caso de Plaza, a esto se le suma un valor agregado porque aparte de recorrer todas los escenarios de Montevideo hay que sumarle los kilómetros que tuvo que hacer en cada viaje.

Cerro y Plaza Colonia empataron 0-0. Foto: Marcelo Bonjour
Cerro y Plaza Colonia empataron 0-0. Foto: Marcelo Bonjour

3- Con la Cantera: los pibes sacaron la cara

El arquero Kevin Dawson, el volante Matías Caseras y el puntero Nicolás Dibble integraron la columna vertebral del campeón del Torneo Clausura. Los tres futbolistas vienen de las formativas del club. Colonienses de los pies a la cabeza, fueron vitales para llevar el histórico título a su ciudad.

Nicolás Dibble ante la marca de un jugador de Fénix. Foto: Archivo El País
Nicolás Dibble ante la marca de un jugador de Fénix. Foto: Archivo El País

4-Corazón: líderes de la casa

Eduardo Espinel, hombre que como pocos conoce el club, está al frente del proyecto. Como jugador, había participado en la histórica campaña del 2002 cuando terminaron ganándole a los grandes y jugando la Liguilla. Allí, compartía dupla en la zaga con un invitado de lujo que tuvo en la preparación a comienzos de esta temporada: Diego "Tota" Lugano.

Eduardo Espinel junto a Diego Lugano en la pretemporada.
Eduardo Espinel junto a Diego Lugano en la pretemporada.

5- Goleador: llegó en silencio

Germán Rivero tiene 24 años. Jugó en Flandria y Fénix, equipos de ascenso de la vecina orilla y estuvo diez meses parado sin club. Llegó desde Argentina en calidad de libre y sin hacer ruido buscando el último tiro de gracia en el fútbol. Mal no le fue: terminó siendo el máximo artillero del equipo con ocho conquistas.

Foto: Archivol El País
Foto: Archivol El País
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Plaza Colonia celebró el título del Clausura en el Campeón del Siglo. Foto: Marcelo Bonjour

PLAZA COLONIAÁNGEL ASTEGGIANTE

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